Concepcionero ratifica que comisario chaqueño fue asesinado por extorsión
El poblador concepcionero detenido Óscar Daniel Cabrera Fernández (25 años) ratificó ayer que su hermano mayor, el prófugo Derlis Ramón Benítez Fernández (34), fue quien comandó el ataque contra el puesto policial de la colonia Loma Porã del Chaco, en el que murió el comisario principal Arsenio Antonio González Herrera (49). Supuestamente, los agentes de dicha unidad lo detuvieron sin motivo, lo torturaron y después le exigieron G. 5 millones para liberarlo.
Óscar Daniel Cabrera Fernández fue arrestado el miércoles de noche en su casa de la ciudad de Concepción, por policías de Investigaciones del Primer Departamento.
Pese a que oficialmente va a declarar recién hoy en la ciudad de Villa Hayes, cuando lo asista un defensor público, el joven ya adelantó su versión de manera informal ante los policías de Concepción, después ante el fiscal coadyuvante Celso Morales y ayer incluso lo hizo ante la fiscala de Pozo Colorado, Norma Paredes.
Su coartada consiste en que el mortal ataque del sábado a la noche al puesto policial N° 3 de la citada colonia consistió en un operativo tendiente a rescatarlo y cobrar venganza contra el comisario principal.
“Arrestado injustamente”
Óscar Daniel Cabrera Fernández contó que, supuestamente, fue arrestado injustamente el sábado de tarde por los cuatro efectivos de Loma Porã, cuando estaba de visita en la casa de su novia y de su hija, que queda cerca de la ruta que une Pozo Colorado con Concepción, a
unos 30 kilómetros del Puente Nanawa (sobre el río Paraguay), que a su vez representa el límite entre los departamentos de Presidente Hayes y Concepción.
Dijo que lo trasladaron esposado en un vehículo, mientras que uno de los agentes se encargó de manejar la motocicleta del detenido.
Agregó que poco antes de llegar al puesto policial, que funciona a 16 kilómetros del Puente Nanawa, los mismos agentes retuvieron otro vehículo en el que circulaban dos mujeres que transportaban carne obtenida por medio de abigeato. Al final, estas también fueron llevadas a la dependencia policial, indicó.
Ya en su base, los uniformados aceptaron liberar a las dos mujeres a cambio de que estas dejaran la carne que llevaban, pero en cambio exigieron G. 5 millones a su otro detenido, quien permanecía esposado.
El joven ahora apresado expresó que el comisario principal González Herrera, los suboficiales Éver Arrúa, Lucio Silvero y José Castillo lo torturaron y le ordenaron que llamara a su madre para que ella consiguiera el dinero pretendido por los uniformados.
Óscar relató que tras varias horas acordó con los policías su liberación a cambio de G. 3 millones, aunque los agentes le dijeron que dejarían como garantía su motocicleta, al menos hasta que recibieran los otros G. 2 millones exigidos. Señaló que en horas de la noche, dos de los policías habrían ido en un automóvil particular para retirar los G. 3 millones, pero como vieron una barrera de control casi al llegar a Concepción optaron por regresar a su base en Loma Porã.
Como los policías nunca llegaron a Concepción para retirar el dinero, la madre del detenido llamó a su otro hijo, el ahora fugitivo Derlis Ramón Benítez Fernández, a quien le contó que Óscar estaba en poder de los policías desde hacía varias horas y que lo estaban golpeando mucho.
Estaba marcado
Ante esta situación, Derlis juntó a su gavilla y fueron hacia la comisaría de Loma Porã para liberar a su hermano menor Óscar, pero además para cobrar venganza contra el jefe de dicha unidad, comisario principal
Arsenio González Herrera, quien aparentemente ya estaba marcado.
Aquello es porque supuestamente el uniformado había abofeteado a Derlis hace unas semanas, cuando también fue detenido por el mismo grupo policial y supuestamente obligado a entregar los G. 25 millones que obtuvo como botín en uno de sus golpes. A la gavilla de Derlis se le atribuyen numerosos ilícitos cometidos en dicha región del Chaco, principalmente en estancias y contra vehículos que circulan sobre la ruta Pozo Colorado-Concepción.
Otro detalle mencionado por el detenido es que cuando su hermano y el resto de la gavilla llegaron a la comisaría, él estaba esposado y tuvo que tirarse al suelo, como los policías que fueron rendidos. Cuando mataron con una escopeta al comisario, el detenido fue liberado. Óscar asegura que debido al susto escapó hacia el monte, no con su hermano y los otros delincuentes.