Patrone$
Algo huele escandalosamente a podrido para que el vecino de al lado -y el otro que ni siquiera es vecinovengan a alertarnos sobre crímenes ocurridos en nuestro propio patio trasero. Lo peor es que no solo tocaron el timbre para avisar; la parte más humillante es que ellos investigaron, procesaron y ya detuvieron a algunos mientras otros no pueden salir sin ser detenidos.
Los casos Messer y Tarragó nos están devolviendo el espejo más vergonzoso y humillante del Paraguay. Otros países investigando supuestos crímenes ocurridos en nuestro país, en las narices y al amparo de los poderes judicial, legislativo y ejecutivo, ninguneados por el Ministerio Público y fogoneados con el poderoso combustible de la narcopolítica. Crímenes y delitos dentro y fuera del sistema financiero, que no fueron detectados por nuestros entes de control y mucho menos castigados.
El operativo PATRON describe sucesos ocurridos en nuestro país, confirmados por pericias telefónicas a los celulares de Darío Messer y por testimonios de su propio hijo y su ex esposa. El peritaje confirma que mientras estaba prófugo se comunicaba con todo el mundo, incluyendo el entonces Presidente de la República del Paraguay, Horacio Cartes. Según el relatorio, el mismísimo ex Presidente de la República del Paraguay no solo habría ayudado con US$ 500.000 sino que también sugería que se presentara ante la justicia después de que él saliera del poder el 15 de agosto del 2018.
Fue el hijo de Messer quien confirmó nombres de los “cambistas” que lavaban el dinero de su padre en Paraguay. De hecho no necesitábamos su confirmación porque ha pasado ya año y medio desde que salieron los primeros nombres de las casas de cambio, los lavadores locales que hicieron de salvavidas a Messer y ninguno de ellos fue molestado. Hasta donde se sabe, ninguna de las casas de cambio fue allanada por Fiscalía o intervenida y clausurada por el Banco Central. Cuando ya Yrendagüe Cambios estaba en el ojo de la tormenta –porque los doleiros brasileños los denunciaron– se encontró un transportador de caudales con G. 3.700 millones que iba desde Salto del Guairá a Ciudad del Este. Se sospechó que el dinero fuera de Messer pero esto no importó y se ordenó que se guardara el dinero… en la mismísima casa de Cambios que se sospechaba trabajaba con Messer.
El caso Tarragó es otro miserable espejo. Con pasaporte diplomático, con la mochila de ex diputada y el cartel de candidata a la intendencia de Asunción dicen que prometía negocios en EE.UU. que incluían lavado de dinero y hasta droga de buena calidad. Su ingenuidad la llevó a pensar que podía andar por las calles de Manhattan ofreciéndose de cartera porque total, “Paraguay está fuera del radar”. Dos casos escandalosos por donde se lo mire. Los espejos que nos devuelven los reflejos de la impunidad en entes públicos podridos, dominados por narcos y funcionarios públicos abyectos, serviles y corruptos.
Las series y documentales de narcos ya no los VEMOS por Netflix. Los estamos VIVIENDO por canales de televisión, diarios, radios y portales digitales del Paraguay. Los actores y actrices son paraguayos y conocidos, votados o nombrados como autoridades, que de día se sientan tras sus escritorios y por las noches se revuelcan con los criminales.
¿Quién será el próximo/a? En estas vacaciones, no sería raro que muchos compatriotas habitués de lujosas playas o paraísos invernales extranjeros muden sus hábitos al encantador turismo interno: Más vale arroyito paraguayo en mano que policía extranjera apresando.