Ante ausencia de lluvias, profundizan tajamares
FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). La lluvia se hace esperar en muchas partes del Chaco Central, donde hace casi seis meses no hay precipitaciones significativas, excepto en algunos lugares aislados. En todo este tiempo, en gran parte de la zona se han registrado dos precipitaciones pequeñas, en octubre y noviembre, sin impactar en la acumulación de agua.
Muchos tajamares están con poca o ya sin agua, las pasturas para el ganado amarillas, los campos secos y los reservorios caseros de la población con las últimas gotas o vacías. Existe un intenso transporte de agua potable para rellenar aljibes en las casas, de parte de empresas proveedoras del vital líquido, por un precio de alrededor de G. 33 por litro, un buen negocio en esta época del año.
La ausencia de lluvias es aprovechada en el Chaco
Central también para ahondar tajamares, para una mejor infiltración del agua al subsuelo. Una vez que el agua se infiltra, forma lentes acuáticas en el subsuelo, es limpia y apta para el consumo humano.
Antes, los tajamares se hacían con una menor profundidad, aprovechando la impermeabilidad del suelo chaqueño. Hoy los tajamares se ahondan hasta llegar a capas de arena, para facilitar la infiltración del vital liquido acumulado por lluvias, para su posterior consumo humano. También se busca acumular agua en mayores cantidades; por ejemplo, a través de grandes superficies sobre el suelo, preparadas para conducir el agua hacia un tajamar.
Estas y otras tecnologías tradicionales han contribuido al desarrollo agropecuario de esta zona del país, eso sin contar con un acueducto y sin contar con agua corriente, pero dependiendo siempre de lluvias, cuya ausencia actualmente comienza a hacerse sentir en todas partes.