Ejemplo de lucha
Un puñado de jovencitos en este remoto paraje del “Paraguay profundo”, Mayor Otaño, está dando un ejemplo de que, cuando la convicción se apodera de las acciones, se pueden lograr los resultados y cambiar el curso de la historia.
Mediante una lucha constante y porfiada que ya lleva casi dos meses, estos jovencitos lograron poner de rodillas a la administración municipal del intendente Pedro Chávez (ANR, cartista) y su equipo, quienes al tenor de las denuncias de los pobladores y de algunas investigaciones preliminares de la Contraloría General de la República (CGR) manejaban la intendencia como un boliche particular.
La lucha ciudadana logró lo que la Junta Municipal, con una correlación de fuerzas favorable al intendente, no pudo hacer en cuatro años de gestión: someter a control el manejo del dinero de todos los habitantes de Mayor Otaño. Ahora está en curso una investigación penal a cargo de una unidad especializada en delitos económicos de la Fiscalía General.
Sin entrar a juzgar el desempeño de la Junta en este caso, es oportuno poner de manifiesto que muchas veces estos órganos, cuya razón de ser es controlar y fiscalizar la administración de los bienes públicos, son simples convidados de piedra y cómplices en los manejos irregulares.
Desde el sector de la intendencia se busca demonizar y desacreditar la lucha estudiantil por el empleo de expresiones y manifestaciones que les resultan ofensivas o agraviantes. Sin embargo, desde dicho sector también se recurre a descalificaciones hacia los jóvenes e incluso amenazas, veladas y directas. Las querellas entabladas contra el presidente del centro de estudiantes, Nelson Maciel, son un ejemplo patente.
La investigación penal en curso es resultado de la presión ciudadana. Es un mérito que nadie podrá sustraer al grupo de estudiantes secundarios, que nos dan un ejemplo de lucha en defensa de lo que consideran una causa justa.
Si en cada rincón de la República tuviésemos ciudadanos con este tipo de coraje y determinación, estoy seguro de que la corrupción e impunidad dejarían de ser un sello distintivo de nuestro país.