No al dragado y enésimo plan piloto para el lago
El dragado no sería la solución para salvar al lago Ypacaraí, debido a la poca cantidad de agua que ingresa en él, dijo ayer el director de Biodiversidad del Mades, Darío Mandelburguer. Fue durante una conferencia de prensa en la que se presentó un nuevo plan piloto, pero sin dar detalles específicos.
El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) realizó ayer una conferencia de prensa para presentar otro plan piloto para la recuperación del lago Ypacaraí. La convocatoria surgió para hacer frente a la propuesta de dragado hecha hace unos días por el intendente de San Bernardino, Luis Aguilar (PLRA), junto a un grupo de empresarios.
Aguilar dijo que el dragado es una opción válida para dar profundidad y descontaminar el lecho de agua, que experimenta una histórica bajante. El plan es replicar un modelo holandés de utilizar los sedimentos recolectados para construcción de islas para impulsar la biodiversidad.
Sin embargo, para el director general de Protección y Conservación de la Biodiversidad del Mades, Darío Mandelburguer, el dragado es inviable porque no se tiene certeza del volumen de agua que ingresa de los tributarios del lago. “Es decir, vos tenés poca agua que te ingresa y demasiada descarga de sedimentos altamente contaminados”, expresó.
Aseguró que el dragado se realiza para dar profundidad y navegabilidad a los cauces hídricos, algo, según él, innesesario para el lago.
“Vas a sacar el lodo y ese pozo se va a volver a llenar con la poca agua que queda y vamos a reducir otra vez el espejo de agua. Lo que tenemos que hacer es una retención de cierto volumen (de agua) y regular ahí como para que tenga un cierto caudal biológico, en el sentido de darle un poco de oxígeno a ese lodo activado ahí”, indicó.
Mandelburguer citó que una opción podría ser la succión del lodo. Explicó que se trata de un procedimiento muy diferente al dragado y que no involucra el uso de maquinaria pesada. “Se aspira la tierra negra sin remover la arena del fondo”, explicó.
El funcionario señaló que para dragado y la succión del lodo es necesario realizar un estudio de impacto ambiental más complejo porque se trata de un área protegida.
Por otro lado, el director de Hidrología e Hidrogeología del Mades, ingeniero José Silvero, dijo que “no se puede tomar con ligereza el dragado porque se necesita una serie de análisis y en consecuencia mayor inversión”. Sin embargo, no especificaron los detalles de los estudios necesarios y tampoco pudieron precisar el presupuesto.
“No hay que tocarlo a la ligera. Si hacemos el dragado, y no tenemos suficiente agua, posiblemente lo que sucedería es la desaparición total del lago”, expresó.
Otro plan piloto
Mandelburguer habló de dos alternativas para impedir el escurrimiento excesivo del agua. La primera consiste en colocar temporalmente bolsas de arena sobre los gaviones (muros rocosos) existentes en el río Salado “para hacer frenos”. Mediante un monitoreo se impediría que la acumulación del agua afecte los humedales del lugar, explicó.
La segunda opción, en caso de ser “positivo el resultado” de la primera alternativa, se harían obras más permanentes, quizás unas estructuras con compuertas.
En ambos casos, los funcionarios del Mades adujeron que no se cuenta con un presupuesto para la inversión en ambas alternativas. Tampoco pudieron precisar qué grado de eficacia para la limpieza del lago se tendrá.