Acuerdo de diálogo y pacificación en Bolivia
Se va afianzando el diálogo con sectores afines a Evo Morales, indígenas, sindicatos y campesinos, salvo los cocaleros de Cochabamba que persisten en apoyar a su líder, incluso tras el fraude electoral cometido.
LA PAZ (EFE). El gobierno provisional de Jeanine Áñez ha logrado tejer diálogos con sindicalistas, indígenas y campesinos, que arroparon a Morales durante sus casi catorce años en el poder, en aras de la reconciliación en Bolivia.
El último acto ocurrió ayer en el palacio de gobierno, y tuvo como protagonistas a dirigentes como el secretario de la poderosa Central Obrera Boliviana, Juan Carlos Huarachi, quien durante años se codeó con Morales, pero que le quitó su apoyo cuando la defensa del exgobernante se hacía insostenible.
La jornada en La Paz brindó imágenes esperanzadoras, como el apretón de manos entre el ministro de Gobenación
(Interio), un férreo opositor a Evo Morales, y Segundina Flores, líder de las “bartolinas”, una organización de mujeres indígenas incondicional hasta hace poco con Morales.
Una mesa de diálogo ya fue iniciada el pasado fin de semana entre el Gobierno interino y organizaciones pro Morales para que el país se encamine en paz hacia las urnas.
El órgano electoral que tendrá que poner fecha a esos comicios ya tiene su primer vocal, Salvador Romero, designado ayer por la presidenta interina, Jeanine Áñez.
El jefe de Estado en Bolivia tiene la potestad de nombrar uno de los siete miembros del Tribunal Supremo
Electoral (TSE), mientras que el resto corresponde al Parlamento, donde tiene mayoría el partido de Evo Morales.
Romero fue presidente de este organismo, entonces Corte Nacional Electoral, antes de que la Constitución promulgada por Evo Morales
en 2009 lo sustituyera por el actual Órgano Electoral Plurinacional, cuya máxima instancia es el TSE.
El nuevo vocal lanzó un mensaje en pro de la independencia del próximo tribunal electoral, después de que el anterior terminara procesado por el fraude cometido en los comicios del 20 de octubre para intentar perpetuar a Morales en el poder.
Esas elecciones han quedado anuladas por una apoyada por el propio partido de Morales, para agilizar la nueva cita electoral a comienzos de 2020.