ABC Color

Escuela de 250 alumnos está en deplorable estado

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El local que comparten la Escuela Básica 5054 y el Colegio Nacional Virgen de Fátima, que alberga a unos 250 alumnos en R.I. 3 Corrales (Caaguazú), se encuentran en estado lamentable. Tiene una sala clausurada en peligro de derrumbe y hay pabellones con fallas estructura­les. Además faltan sillas pedagógica­s.

R.I. 3 CORRALES, Caaguazú (Víctor Daniel Barrera Burgos, de nuestra redacción regional) .La Escuela 5054 y el Colegio Virgen de Fátima funcionan en el mismo predio. La estructura tiene 18 años y nunca recibió atención de las autoridade­s.

La sala del Preescolar fue clausurada por los docentes porque las paredes caen a pedazos, la viga central está arqueada y con serias fisuras que ponen en peligro mortal a los infantes. Por ello, este año los docentes decidieron mantener a los niños bajo los árboles. Con lluvia e intenso frío, los chicos desarrolla­ron clases al aire libre o en un pequeño comedor.

Varios pabellones, con solo 10 años de antigüedad, presentan fisuras en las paredes y las tejas están totalmente rotas. Tirantes y vigas de los techos requieren ser cambiados con urgencia.

A esto se suma la falta de sillas pedagógica­s. Las que hay resultan irreparabl­es. Y por si fuera poco, los docentes no recibieron los insumos necesarios para impartir las clases.

Uno de los padres, Isacio Velázquez, quien cuida el lugar, contó que a la institució­n acuden niños de familias muy humildes. Indicó que nunca intervino el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).

Según Velázquez, la escuela tiene una huerta. Allí producen cebollita y lechuga, que venden para comprar implemento­s de limpieza y para reparar sillas.

Isacio Velázquez pidió que el MEC repare las aulas durante las vacaciones, para que el próximo año los niños puedan iniciar las clases en salas acordes para un aprendizaj­e eficiente.

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 ??  ?? Isacio Velázquez, cuidador de la escuela y padre de familia, exhibe las viejas sillas, tan inservible­s como la mesa. Las paredes del aula, que tiene 18 años, también están en estado lamentable.
Isacio Velázquez, cuidador de la escuela y padre de familia, exhibe las viejas sillas, tan inservible­s como la mesa. Las paredes del aula, que tiene 18 años, también están en estado lamentable.

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