Los tropiezos de la educación paraguaya
Resulta increíble que cada año las clases comiencen en medio de precariedades y falta de materiales didácticos. Escuelas y colegios en malas condiciones, falta de cocina-comedor, bibliotecas, kits escolares incompletos y la necesidad de mobiliarios.
Ni hablar de los laboratorios de ciencias y salud, así como de equipos informáticos necesarios para una enseñanza más compleja, tal como exige el mundo actual globalizado e informatizado.
El ministro de Educación y Ciencias (MEC), Eduardo Petta, calificó de histórica la entrega de kits escolares (incompletos) antes de inicio de clases del año lectivo 2020. Sin embargo, no concuerda con la cruda realidad de las taperas y los errores de ortografía de libros.
Las clases comenzaron este año con más dificultades, no solo por problemas de infraestructura, sino también porque la salud está en terapia por la epidemia del dengue.
Paraguay, en el ranking latinoamericano está en el penúltimo lugar de las estadísticas en cuanto a calidad de la educación. A nivel del mundo son más bajas las calificaciones porque se mide, además del nivel de escolaridad o año de permanencia de alumnos en las escuelas, la calidad educativa y el desarrollo económico y social de los habitantes.
La pedagogía deriva de la palabra griega Paidagogós, paidos que significa niño y gogía que quiere decir conducir, guiar o llevar al niño para el aprendizaje y el desarrollo de la persona humana. La educación busca el desarrollo del ser social como resultado de la convivencia humana y los conocimientos de las ciencias y la tecnología.
Es decir, el hombre, mediante la educación, se vuelve sociable y puede integrarse y cooperar en el crecimiento de la comunidad y su país. Entonces, si el sistema de educación aplicado no logra su objetivo, la sociedad de un país fracasa.
Significa que las autoridades no asumieron el compromiso de impulsar la educación como medio para el desarrollo, la convivencia y el crecimiento.
La educación también es una dinámica que debe acompañar los desafíos y cambios a nivel país, la región y el mundo. En la actualidad quedarse estancado es sufrir un retroceso y es lo que está sucediendo a las claras con Paraguay, mientras otros países mejoran sus niveles educativos.