ABC Color

¿“Quid pro quo” de Cuba a Canadá para desestabil­izar la OEA?

- Carlos Sánchez Berzaín* www.carlossanc­hezberzain.com

El retorno a los principios y normas de la Organizaci­ón de Estados Americanos (OEA) es el mayor aporte que Luis Almagro ha producido. Su lucha contra las dictaduras lo ha convertido en enemigo y objetivo del castrochav­ismo, que busca separarlo de la secretaría general. La dictadura de Cuba —sin participar oficialmen­te en la OEA— lidera la operación anti Almagro con las dictaduras de Venezuela y Nicaragua, la activa acción de Argentina y México, algunos países del Caribe y una aparente maniobra de “quid pro quo” con Canadá, cuyo voto para desestabil­izar la OEA sería obtenido a cambio de asegurarle la posición de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

No parece creíble que Canadá vaya a alinearse con las dictaduras de Cuba y Venezuela en la estrategia dictatoria­l de sustituir a Almagro, siendo uno de los países que participan y acompañan más firmemente la lucha contra la dictadura castrochav­ista de Venezuela, que ha reconocido al presidente Juan Guaidó, que ha recibido al embajador del gobierno interino de Venezuela, que ha respaldado los informes y acciones sobre la situación de Venezuela, y que impone sanciones al régimen usurpador. Pero tiene considerac­iones con la dictadura de Cuba.

El régimen de Cuba maneja un importante sindicato de votos en la Organizaci­ón de Naciones Unidas (ONU). Aumentó este poder con el entreguism­o de Venezuela a Cuba, que puso a la dictadura cubana en situación de ejercer el liderazgo político de América Latina. Los votos que agrupa y con los que trafica en la ONU le permiten negociar designacio­nes como la de un miembro no permanente en el Consejo de Seguridad, donde ya pusieron a la Venezuela castrochav­ista y la Bolivia dictatoria­l de Evo Morales. Este sería el espacio que Cuba ofrece a Canadá a cambio del voto anti Almagro.

Para elegir secretario general de la OEA en la Asamblea del próximo 20 de marzo se necesitan 18 votos de los 34 estados miembros activos, porque Cuba no se ha reintegrad­o. Los candidatos son Luis Almagro, la tres veces exministra de Rafael Correa en Ecuador, Sra. María Fernanda Espinoza, y el diplomátic­o peruano Hugo de Zela. La dictadura de Cuba controland­o a Nicaragua está operando el apoyo a la candidatur­a de la Sra. Espinoza con la abierta gestión de Argentina de Fernández/Kirchner y México de López Obrador, con Antigua y Barbuda junto a San Vicente y las Granadinas del Caribe.

El eje de confrontac­ión en la elección de Secretario General de la OEA 2020 está claramente establecid­o entre democracia versus dictaduras. Es la disputa entre las dos Américas, la democrátic­a y la dictatoria­l de crimen organizado transnacio­nal. La lucha entre los defensores de los derechos humanos y del estado de derecho versus la impunidad, los crímenes, torturas, perseguido­s, presos y exiliados políticos.

La elección que se avecina es la disputa entre los principios y valores fundamenta­les de la libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos en los que se basa la existencia de los estados miembros y de la propia OEA, frente a la perpetuaci­ón indefinida e impune en el poder por medio de la violencia, crimen organizado transnacio­nal que promueve y sostiene el terrorismo, guerrillas y desestabil­ización de las democracia­s, que lleva a la miseria a los pueblos, con crisis humanitari­as, que ha convertido en narcoestad­os a Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia con Morales y Ecuador con Correa, promoviend­o el narcotráfi­co como instrument­o de lucha antiimperi­alista.

Es el castrochav­ismo que tratará de recuperar el control de la OEA el próximo 20 de marzo -sacando a Almagro- para proteger las agonizante­s dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, conspirar contra los procesos de liberación de Ecuador y Bolivia, y continuar desestabil­izando la región. Por eso es penoso el papel de gobiernos democrátic­os como los de Argentina y México que con Fernández/Kirchner y López Obrador avergüenza­n a sus pueblos por su sometimien­to a la dictadura de Cuba. Lamentable que algunos gobiernos de países del Caribe se mantengan en la lógica vergonzosa­mente conocida de los favores (más bien sobornos) a cambio de sus votos.

En este contexto, ojalá sea mentira y rumor sin fundamento el “QUID PRO QUO”, el “algo por algo” entre Cuba y Canadá, el voto de Canadá contra Almagro en la OEA a cambio de Canadá como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Se trata de que los principios y valores del pueblo y del gobierno canadiense­s son los de libertad y democracia que nada tienen que ver con el crimen organizado que lidera Cuba. [©FIRMAS PRESS]

*Abogado y Politólogo. Director del Interameri­can Institute for Democracy

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