Denuncian ingreso de tomate para uso industrial, que distorsiona precio
Cargas de tomate rastrero, de uso industrial, ingresan al país legal e ilegalmente, distorsionando el precio y perjudicando a importadores que cumplen las exigencias, denunciaron.
El tomate “fabriquero” se trae de manera irregular desde la Argentina, a precios muy bajos, porque no cumple con las exigencias de calidad y sanidad para el consumo directo, y al venderse en nuestro mercado perjudica al precio de los productos que son aptos para el consumo directo, se quejó el importador Benificio Ramírez. Explicó en conversación con ABC que para importar tomate el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) tiene unas normativas de control de calidad que son exigentes, con el uso de etiquetas que deben ser colocadas en origen, que en el caso de los tomates de uso industrial no se cumple.
Ramírez dijo que la Alianza Frutihortícola del Paraguay presentó una extensa nota de reclamo ante el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para que se tomen las medidas de control que se requieren en el caso, en salvaguarda de los consumidores nacionales.
Añadió que también envió una nota al servicio sanitario de la Argentina, Senasa, para advertir sobre la situación que también perjudica a los productores y exportadores de Argentina.
Al respecto, el ministro de Agricultura y Ganadería, Rodolfo Friedmann, respondió que el MAG va a recomendar al Senave que no se permita el ingreso de productos que no cumplen con las exigencias de calidad para el consumo humano.
Aprovechó para señalar que el MAG no tiene ingerencia en la operatividad de la importación, pero que se está estudiando un ordenamiento por parte del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), para que la importación de productos hortícolas se administren desde la Ventanilla Única del Importador.
Acorde con los datos de la Dirección de Comercialización del MAG, el tomate importado de la Argentina se ofertaba ayer desde G. 80.000 hasta G. 90.000 la caja de 22 kilogramos.
La denuncia de los importadores es que el ingreso del tomate rastrero, del tipo industrial, llega al mercado local con precio de solo G. 20.000 a G. 30.000 la caja y se ofrece al público a G. 50.000 la caja, generando una jugosa ganancia a los irregulares.
Por otra parte, en cuanto a la producción local, el titular de la Unión Nacional de Productores Frutihortícolas, Francisco Meza, informó que los cultivos de Tres de Febrero, Caaguazú, fueron atacados en forma masiva por plagas que mataron en 50% la cosecha de tomate.