¡Dejen en paz a nuestros héroes!
La viralización en los últimos días en las redes sociales de una denuncia sobre fotografías de excombatientes de la Guerra del Chaco (1932-1935) encontradas supuestamente tiradas en el distrito de Limpio generó la indignación de la ciudadanía por el trato hacia la memoria de los héroes. Varios incluso emitieron todo tipo de calificativos sobre la acción atribuida a la Municipalidad, administrada actualmente por Carlos Palacios (colorado cartista).
¡Lamentable!; ¡Decepción!; ¡Inútil! fueron algunas de las expresiones más leídas en las redes sociales por el desmontaje del museo que funcionaba en la filial de la Unión de Veteranos de la Guerra del Chaco (UPV). Supuestamente, según el escueto comunicado de la Comuna, los materiales fueron trasladados al local del Centro de Capacitación a la Mujer y Atención a la Niñez (Camuani) para su resguardo.
A partir de todo lo ocurrido podemos notar la hipocresía social sobre el valor real que tienen nuestros excombatientes. Los valoramos ahora que no están, pero ¿les dimos la importancia cuando estaban vivos? ¿Eran tratados como merecían? o ¿recibieron los homenajes en vida?
Quizás muchos ni saben la historia del excombatiente Teófilo Rojas que, tras el abandono de su familia y sin tener un lugar donde vivir, estuvo alojado por muchos años en el museo que funcionaba en la filial de la UPV de Limpio. El héroe del Chaco falleció en el año 2017, a los 100 años, sin recibir los honores ni el acompañamiento de la ciudadanía que ahora se indigna por unas fotografías supuestamente tiradas.
En una entrevista a la que accedimos en el año 2011 con dicho excombatiente de la contienda chaqueña podemos leer el reclamo del veterano por el olvido y la burla que sufrieron por un supuesto homenaje promocionado para el 12 de Junio “Día de la Paz del Chaco”, que nunca se realizó. En ese entonces, eran 14 los héroes aún con vida en la ciudad de Limpio.
Don Teófilo expresaba su indignación por la burla de ese entonces y clamaba por la visita de la ciudadanía en general para compartir su historia. Posiblemente esa era la mejor forma de honrar y darles la importancia que merecían a los valerosos excombatientes de la Guerra del Chaco.
La acción de la Municipalidad, si se llegara a comprobar, de arrojar las fotografías y desmontar un museo por simple capricho o sin respetar el aspecto cultural, es detestable. Sin embargo, como no faltan los buitres que usan la memoria de los veteranos para otro fin, en especial para el electoral, es bueno decir: ¡Dejen en paz a nuestros héroes!