Tensión entre ministros de la Corte
■ Por ascenso de dos funcionarios del primer anillo de Jiménez
Los ministros Manuel Ramírez Candia y Eugenio Jiménez Rolón llegaron juntos a la Corte Suprema de Justicia y desde un principio se unieron para exigir sesiones públicas, entre otros logros. Pero al parecer, esa unidad se resquebrajó. Por lo menos es lo que se reflejó en la sesión ordinaria de ayer.
En la ocasión, Jiménez vivió un momento incómodo, cuando Ramírez planteó estudiar la viabilidad de suprimir algunas direcciones, por el excesivo costo que representan. Citó como ejemplo la Dirección de Facilitadores Judiciales.
“(...) yo creo que hay direcciones que tendríamos que suprimir. Ejemplo: facilitadores. No sé que lo que hacen, pero hay que suprimir. Hay que recordar también que ganan una suma considerable, tiene un salario superior a un juez de primera instancia”, dijo Ramírez.
“Lastimosamente esto me toma por sorpresa, esa dirección me compete a mí y quiero significar que es una dirección que está siendo reestructurada”, alegó Jiménez.
Dijo que en el 2019 dicha repartición tenía un presupuesto de mil millones de guaraníes, que él redujo a G. 300 millones.
Tras un breve intercambio de palabras, donde ambos insistieron en sus respectivas posturas, la ministra Gladys Bareiro intervino para precisar que hay una distorsión de la función de los facilitadores y que incluso elaboró un proyecto, para incorporarlos a Mediación.
“Hasta qué punto tenemos que tener aquí a facilitadores nombrados con el presupuesto público cuando el objetivo es la gratuidad justamente (...) Es cierto, tenemos que analizar mejor la función”, remarcó Bareiro.
Los antecedentes revelan que el 6 de febrero pasado, cuando estaba por dejar la presidencia de la Corte, Jiménez Rolón ascendió a dos funcionarios de su primera añillo: Marcos Guggiari y Zulma Orrego. Al primero como director del Departamento
Ejecutivo del Sistema de Facilitadores Judiciales y a Orrego directora de Registro de Cuentas Judiciales de la Contaduría General de Tribunales. Los salarios de ambos serían de G. 18 millones.
Lo más grave del caso es que en la resolución, que firmó también el ministro Luis María Benítez Riera, Jiménez Rolón comisionó a los funcionarios de su primer anillo a su despacho, “sin perjuicio de sus funciones” en el cargo. Esta decisión fue duramente criticada por Ramírez Candia, pero sin mencionar nombres.