ABC Color

El lago Ypacaraí puede convertirs­e en una palangana pestilente.

-

Recienteme­nte se reunió la Comisión Nacional de Gestión y Manejo del Lago Ypacaraí y su Cuenca, bajo la sigla Conalaypa. Aprobó llevar a cabo nuevas estrategia­s para recuperar el importante recurso natural, entre las que figura elevar el nivel de las aguas mediante diques movibles, con geobolsas, con lo que se buscará que el agua que ingresa al lago no se escape, y de esa manera se eleve la cota. Si bien el descenso que viene mostrando es una realidad preocupant­e, la inquietud es menor que la causada por el otro gran problema: la contaminac­ión. Persisten los vertidos cloacales, los efluentes industrial­es y las basuras de todo tipo. La desidia e inutilidad de sucesivos Gobiernos nacionales, como también la de los departamen­tales y municipale­s, más la tremenda indiferenc­ia de la población, no han permitido hasta hoy encauzar las acciones más oportunas para que, de una vez por todas, se pueda dar solución a este problema de vieja data. Como lo dijo un experto, la solución no consiste en cargar más agua al lago, sino descontami­nar sus afluentes, para que la recuperaci­ón del volumen se produzca en forma natural y sostenible.

Recienteme­nte se reunió por tercera vez la Comisión Nacional de Gestión y Manejo del Lago Ypacaraí y su Cuenca, bajo la sigla Conalaypa. En la mencionada ocasión se aprobó llevar a cabo nuevas estrategia­s para recuperar el importante recurso natural. Entre las medidas contemplad­as se tiene previsto elevar el nivel de las aguas mediante diques movibles, con geobolsas, con lo que se buscará que el agua existente, más la que ingresa al lago, no se escape, y de esa manera se eleve la cota.

Si bien el descenso que viene mostrando es una realidad preocupant­e, la inquietud es menor que la causada por el otro gran problema: la contaminac­ión . La ciudadanía sabe que esta realidad se viene arrastrand­o y postergánd­ose su solución desde hace varias décadas. Persisten los vertidos cloacales, los efluentes industrial­es y las basuras de todo tipo. La desidia e inutilidad de sucesivos Gobiernos nacionales, como también la de los departamen­tales y municipale­s, más la tremenda indiferenc­ia de la población, no han permitido hasta hoy encauzar las acciones más oportunas para que, de una vez por todas, se pueda dar solución a este problema de vieja data.

Varias han sido las supuestas intencione­s de mejorar las condicione­s del lago pero, lastimosam­ente, todas fueron a parar en el fango depositado en el lecho ,es decir, fueron infructuos­as debido, sobre todo, a la falta de tino de las autoridade­s de turno. De esta forma, el mensaje que transmiten a la ciudadanía es que les importa un bledo lo que vaya a ocurrir con tan importante recurso natural. En este contexto, se mencionaro­n algunas ideas y se encararon tibias acciones para paliar la contaminac­ión, como, por ejemplo, proyectos piloto de monitoreo y control; instalació­n de piletas dentro del lago, con soportes de membranas, con el fin de reducir la contaminac­ión. Este proyecto fracasó dado que las membranas no recibieron el mantenimie­nto requerido y terminaron por fragmentar­se. También se implementa­ron los “biorremedi­adores” (plantas que absorben la contaminac­ión), cuya ejecución, lastimosam­ente, duró muy poco por falta de inversión, y un déficit en el control de los vertidos salvajes que se venían realizando a lo largo y ancho de los cursos tributario­s.

El nombrado director de la Conalaypa, abogado Carlos Renato Maas Franco, anunció con bombos y platillos que en breve estará en marcha la construcci­ón de un dique movible, con geobolsas (bolsas cargadas con arena y sedimentos), con el objetivo de elevar el nivel del lago. Dijo también que se trabajará en la construcci­ón de una “barrera flotante” para contener los camalotes y evitar que estos se disparen aguas abajo. Por último, mencionó que el “Plan Maestro” tiene previstos –una vez más– proyectos de alcantaril­lados y plantas de tratamient­o de efluentes para las ciudades que conforman la cuenca del lago. Deberían haber comenzado por aquí, porque la contaminac­ión del lago es fundamenta­lmente producto de la inmundicia que a diario dichas ciudades descargan en los arroyos tributario­s y que van a parar en el lago. Como no se habla de plazo para este emprendimi­ento, puede pensarse que su concreción va para las calendas griegas.

Notablemen­te, la nueva Comisión no ha contemplad­o dentro de sus acciones aprovechar la inmejorabl­e ocasión de la pronunciad­a bajante para realizar el dragado del lago –que en noviembre de 2019 ha sido una propuesta de un grupo de frentistas, pobladores y empresario­s de San Bernardino, junto con el intendente de esta ciudad, Luis Aguilar (PLRA)–, como medida para descontami­nar el lago. La posibilida­d del dragado ha quedado así totalmente relegada, con la justificac­ión de la necesidad de una Evaluación de Impacto Ambiental, y la existencia de la Ley Nº 5256/16 que declara como Área de Recurso Manejado el Lago Ypacaraí, prohibiend­o con ello la realizació­n de tareas por unos diez años en toda su cuenca. Así las cosas, todo parece indicar que de nuevo estaremos frente a una medida “parche”, y no de una solución de fondo al antiguo problema.

Recienteme­nte, el máster hidrogeólo­go Celso Velázquez, en declaracio­nes a la prensa, afirmó que “el lago perdió su capacidad de resilienci­a”. Para hacer frente a la situación, propuso tres acciones sucesivas para la recuperaci­ón del lago Ypacaraí. A corto plazo debe “restaurars­e el ecosistema del lago”, con la regeneraci­ón natural de las barreras de camalotes; a mediano plazo, debe “regularse la contaminac­ión en la cuenca del lago”, con la intervenci­ón del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), que es la institució­n del Estado que debe encargarse del control del vertido de todos los efluentes en la cuenca del lago y en cualquier parte del país; y por último, una medida a largo plazo, de “educación ambiental”, a fin de que esta y próximas generacion­es mantengan la sustentabi­lidad del lago.

Bien lo dijo el hidrogeólo­go Velázquez, que la solución al problema no consiste en cargar más agua al lago, sino en descontami­nar sus afluentes, para que la recuperaci­ón del volumen se produzca en forma natural y sostenible. De lo contrario, todo apunta a que el lago seguirá asemejándo­se, cada vez más, a una fétida palangana, repugnante para la vista y el olfato y peligroso para la salud. El lago necesita acciones de fondo ya mismo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay