“Apurado” en adelantar negociaciones
–¿Qué información tiene sobre el avances de los preparativos para la revisión del Anexo C?
–No tengo información alguna. Hasta ahora no vi ni por la prensa ni por ningún otro medio oficial avances o novedades sobre lo que podrían estar haciendo los miembros de la Comisión Negociadora. Ni siquiera sé cuál es el canal de comunicación que están usando para llegar a la ciudadanía.
–Curiosamente, ninguno de los miembros de la comisión ha querido hablar hasta ahora con la prensa.
–Esa es una señal negativa y muy preocupante. Yo considero que si ellos no ponen al tanto a la sociedad sobre lo que hacen, y están tomando decisiones (en secreto), eso se puede convertir después en una “Versión 2” del Acta Bilateral, y eso les debería preocupar a todos.
–A estas alturas ¿debería estar “socializada” ya alguna propuesta de negociación?
–Así es. El resto del país tendría que tener alguna idea de hacía dónde apuntan y tratar de ir consensuando algunas posiciones. Yo creo que para negociar con una contraparte que es la octava economía del mundo, el Gobierno nacional tendría que respaldarse en la ciudadanía, tener una fuerte “hinchada”, de modo que nuestra contraparte sepa que nuestros representantes no están solos en esta misión.
–Pero eso no es lo que el Gobierno ha venido haciendo desde que creó su comisión negociadora.
–Lo que se ve es mucho sigilo, y no compartir información sobre el tema creo que es peligroso; lo único que va a hacer es aumentar la desconfianza que la gente ya tiene acerca de esa comisión. En realidad, esta gente tiene que entender que está representando al Paraguay y no a sí mismos o a una institución. Tampoco sabemos en qué momento se van a reunir con los brasileños para intercambiar ya algunas posiciones.
–El propio Presidente se ha excusado de emitir comentarios sobre el tema.
–Esa actitud se puede entender como que no quieren informar nada a la ciudadanía, o simplemente no tienen
Todos sabemos que el “único que está apurado” para adelantar las negociaciones (antes del 2023) es Paraguay, no Brasil, advirtió igualmente el Ing. Fabián Cáceres. Dijo que Brasil está esperando “tranquilo”, dado que, llegado el momento, se va a cumplir lo que ellos pretenden: la reducción natural y automática de las tarifas, tal como lo establece el Tratado. Además, seguiría teniendo la “opción preferencial” de quedarse con la energía que Paraguay no utiliza, y a un precio más bajo todavía. No obstante, Cáceres instó a pensar también “si vale la pena” adelantar negociaciones en un escenario político complicado, con elecciones generales en el 2022 en Brasil, y en Paraguay internas con miras a las elecciones del 2023.
una postura definida, o si la tienen, aún no la han madurado. No obstante, todo esto, tarde o temprano, llegará al Parlamento, donde se va a tener que aprobar a través de notas reversales y, tarde o temprano, todos vamos a tener que opinar. Yo no sé si la pretensión de ellos es que finalmente accedamos a la información después de que “todo esté cocinado”, lo cual tampoco sería recomendable política y socialmente para este Gobierno.
–¿Qué es lo que debería informarse a la opinión pública con relación al este proceso?
–Yo creo que los miembros de la comisión negociadora deberían comenzar a
abrir el tema, por lo menos las grandes líneas sobre lo que el Gobierno cree que la sociedad quiere y será beneficioso para el Paraguay. Por ejemplo, las autoridades del Poder Ejecutivo deberían plantearse algunas preguntas tales como: ¿queremos que la tarifa (de Itaipú) baje, se mantenga o que suba? Hay que tener en cuenta que entre el 2022 y 2023 la deuda de la binacional va a caer sustancialmente, y de madera natural, según el Tratado, debe caer también la tarifa. ¿Vamos a apurar que se negocie todo antes del 2023? ¿Estamos interesados en utilizar mayormente nuestra energía localmente o seguir cediendo o vendiendo?