ARP discrepa con nueva norma para frigoríficos y propone modificación
La resolución N° 300 del Senacsa, del 9 del corriente, que obliga a instalar equipos y sistemas de control electrónico de medición y vigilancia en plantas industriales de faenamiento de ganado, está incompleta, le falta el pesaje de animales vivos, opinó ayer el vicepresidente de la ARP, Manuel Riera.
La Asociación Rural del Paraguay (ARP) no está conforme con la reglamentación que estableció el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), con la resolución N° 300 del 9 último, que reglamenta el decreto N° 2217/19, “por el cual se establece la obligación de instalar equipos y sistemas de control electrónico de medición y vigilancia de la producción en todas las plantas industriales de faenamiento de ganado y almacenamiento o molienda de granos”, aclaró ayer el vicepresidente del gremio, Dr. Manuel Riera.
Argumentó que en la citada normativa del Senacsa no se consideró la propuesta de la ARP, que pidió establecer también un punto de pesaje al bajar los animales de los camiones.
“En homenaje a la transparencia del sistema industrial, la ARP pidió por nota al Senacsa, que cuando menos se obligue a disponer en los frigoríficos dos balanzas para el pesaje de los animales, una de ellas para controlar el peso del ganado al ser bajados de los camiones. La báscula podría ser para el control en forma individual o grupal, según convenga más”, expresó Riera.
Comentó que para la modificación propuesta se podría ampliar el plazo.
Por su parte, el titular del Senacsa, José Carlos Martin, explicó que la referida resolución N° 300 establece una aplicación gradual. “Se analizaron y debatieron diferentes puntos de pesajes. Todos con sus pro y contra; sin embargo, con un periodo de implementación mucho más largo. La idea es dar el primer paso y luego ver y analizar en conjunto”, expresó.
Destacó que la institución no está cerrada a ampliar y/o modificar la resolución, porque es tradición en la entidad la búsqueda de la excelencia y en ese camino lo único permanente es el cambio constante, señaló.
Contrapuso que el pesaje al bajar el ganado tiene limitaciones de operatividad, porque existen muchas restricciones municipales y de espacio físico que los frigoríficos en zonas capitalinas necesitan cumplir, tales como horarios de llegada y permanencia de camiones. Además, el 40% de los embarques llegan con dos o más categorías y el peso del lote no serviría para tomar como referencia, y sería más perjudicial para el ganadero limitar las categorías del embarque. Además, los mercados permiten hasta tres propietarios por camión, por campo, y muchos no pueden completar una carga.