Niños de los bañados están totalmente vulnerables y sin alimento necesario
En un recorrido por zonas de los bañados de Asunción, ABC constató que los niños se encuentran vulnerables, sin cumplir con el aislamiento. Las familias, en su mayoría de recicladores, no pueden trabajar y ya no tienen alimentos.
En los bañados y en el Banco San Miguel se puede ver a niños correteando por ahí, jugando cerca de la basura, descalzos o incluso sin ropa. La vida transcurre para ellos como si no hubiese cuarentena, salvo el hecho de que no van a la escuela.
Lejos están de cumplir las medidas de higiene, ya que no están distanciados, no se lavan las manos y mucho menos usan alcohol en gel o tapabocas, en el caso de los que tienen síntomas respiratorios.
Las familias están en sus casas o en las veredas, muchos dialogando sobre qué hacer para conseguir G. 2.000 o G. 5.000 para ese día. “Ella sale con todos sus limones en la canasta. a G. 1.000 la docena vende. Tiene dos hijos, ¿sabés lo importante que es ese G. 1.000 ahora para ella? Puede comprar pan”, comentó Claudia Torres, habitante del Banco
San Miguel, refiriéndose a su vecina. Esta iba con un canasto lleno de limones, con su bebé en brazos y su otra hija de corta edad siguiéndola.
Así como ella, muchas mamás y papás están más preocupados en conseguir alimento que en cuidar las medidas de higiene. En las tres zonas citadas es común encontrar basura en todas partes, ya que el reciclaje es uno de los principales trabajos, y las personas usan sus patios y sus veredas para acumularla. A esto se suma la cercanía con arroyos y la gran cantidad de residuos de todo tipo que estos traen.
“Gracias a Dios comimos ayer porque hay gente de buen corazón que nos trajo verduras”, dijo Tomasa Benítez Figueredo, representante de la Comisión del Banco San Miguel.
Finalmente, dijeron que les gustaría recibir alguna para hacer ollas populares, al menos para los niños.
No saben cómo solicitar el subsidio
Vecinos de los diferentes bañados explicaron que no tienen teléfono de alta gama para solicitar el subsidio del Estado de G. 500.000 que se le está dando a los más vulnerables, a través de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
Explicaron que hay personas que tienen más de 80 años y no saben cómo solicitar la ayuda, no tienen teléfono, o incluso ni siquiera se han enterado de que existe esta ayuda.
Asimismo, comentaron que tienen a gente con presión alta en las casas, pero no saben a dónde llevarlas porque hay miedo de que se contagien de coronavirus en un hospital. Tampoco hay dinero para comprar medicamentos. Contaron que se ve todos los días a las personas llevando su tele, su mesa o su garrafa a la espalda para conseguir dinero en una casa de empeño. Criticaron que ninguna autoridad se acerca para ver cómo están y ofrecer ayuda.
Agregaron que desean salir a trabajar a las calles, porque tienen hambre, pero que la Policía los retiene apenas los encuentran ya sea caminando o en moto; entonces, no tienen forma de subsistir.