Piden institucionalidad para sector eléctrico
El ingeniero Javier Villate manifestó igualmente que para implementar el “negocio eléctrico” en nuestro país y generar márgenes de ganancias importantes y recursos urgentes, “tan necesarios” en este tiempo, hay que construir la institucionalidad en el sector eléctrico.
Dijo que en esta institucionalidad deben regir reglas del juego claras, transparentes y predecibles, y con un “árbitro imparcial” que las aplique. “No podemos continuar siendo los únicos en la región con un monopolio estatal que prohíbe la creación del mercado eléctrico”, aseveró.
El especialista compatriota agregó que en nuestro país se lanza a los cuatro vientos “un discurso rabioso”, pero vacío al exigir “precio justo” o precio de mercado por su energía excedente en las binacionales; y, a la vez, prohíbe la existencia de mercados eléctricos, donde justamente se forman los precios justos. “Esta incoherencia es al solo efecto de mantener la estructura clientelista y prebendaria en la ANDE. Nadie nos cree”, afirmó.
Añadió que Paraguay precisaría crear (internamente y sin necesidad de mencionar siquiera los tratados) la estructura legal, el ministerio de energía y los reglamentos, aprobando una ley de comercialización de las energías de las binacionales con una agencia estatal imparcial a la cabeza, diferente de la ANDE, que pueda organizar los procesos licitatorios y la asignación de los bloques de energía en un proceso de subasta abierto, imparcial, transparente, y asegurando la provisión para nuestro país, al mínimo precio.
Manifestó que, paralelamente a la organización de los procesos legales, reglamentos, contratos, nuestra Cancillería y el ministerio de energía deben negociar con sus pares de tal modo a incluir en los futuros contratos las regulaciones de Brasil y Argentina, acuerdos de peajes, etc. Como última fase, dijo seria del llamado propiamente y las asignaciones de bloques a los ganadores de la subasta, que puede demorar un par de años, por lo que ya se debió empezar bastante tiempo atrás, y sin necesidad de modificar los tratados existentes.