En las crisis se ve al verdadero cristiano
Enfermeras salen a saludar al Señor de las Palmas en la zona del exhospital de Clínicas, una escena que se repitió mucho en todo el país en un peculiar inicio de la Semana Santa. El Domingo de Ramos recuerda el ingreso triunfal de Jesucristo a Jerusalén, pero no hay que olvidar que, poco después, quienes lo habían vitoreado pidieron su muerte. En una misa televisada desde Caacupé, Mons. Ricardo Valenzuela dijo que el coronavirus hace “caer la careta” a muchos que se dicen buenos cristianos, pero que no colaboran con la comunidad respetando la cuarentena y ayudando al prójimo. También el Papa se refirió a la traición e instó a ser solidarios.
En la celebración litúrgica del Domingo de Ramos, realizada a puertas cerradas en Caacupé, el obispo monseñor Ricardo Valenzuela tuvo fuertes críticas hacia la indiferencia criminal ante las necesidades de los demás y los que no respetan la cuarentena. Los coimeros, los fraudulentos, los prepotentes, los mentirosos, los que hacen chantajes, extorsión y ejercen abuso de poder. Los holgazanes que viven a costilla de otros, son verdugos de la sociedad, sentenció.
CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). “Este año muy peculiar por causa del coronavirus, ha permitido que caigan muchas caretas y se han visto muchos rostros. Delante de la cruz vemos que vienen millones de personas, pero todos ellos tienen una característica: son indiferentes, meros espectadores que dejan de cumplir sus obligaciones, que se lavan las manos, que no les importa que sean los otros los que llevan el peso de la carga, no les gusta meterse en cuestiones de interés vecinal, barrial, ni de interés nacional”, fueron algunas de sus expresiones, durante la misa realizada ayer en la capilla del Obispado de Caacupé.
Luego añadió: en el coronavirus, ¿quien es el indiferente? es aquel que no respeta la cuarentena y le da igual si infecta o no infecta a otros.
Monseñor Valenzuela fue tajante al afirmar que hay una indiferencia criminal ante tantas injusticias y dramas sociales.
Asimismo se refirió a las personas que aparentan ser buenos cristianos, pero sus obras demuestran otra cosa.
“Delante de la cruz pasa otro grupo grande y van millares de personas, son los cobardes, personas que en los momentos difíciles huyen. Ellos escuchan muchos sermones, participan en misas, se les ve en todas las procesiones, se entusiasman con los milagros, hacen largas peregrinaciones para ver si se da algún milagro por ahí. Pero ahora cuando las cosas se ponen duras y feas empiezan a andar mal y desaparecen.
El prelado manifestó que en “el coronavirus encontramos gentes que no quiere hacer el test aunque se sientan mal y tengan fiebre, se automedican y evitan acudir al médico, se esconde y empeoran las cosas.
Sostuvo que también hay otro grupo que son los verdugos, que son los mismos de siempre. Son en primer lugar los mirones, los curiosos que están solo para mirar, comentar y chismear.
“También están ahí los coimeros, los fraudulentos, los prepotentes, los mentirosos, los que hacen chantajes, extorsión y hacen abuso de poder. Los holgazanes que viven a costilla de otros, verdugos de la sociedad”.
El obispo manifestó además que en el coronavirus también existen verdugos, a quienes no les importa la gravedad de la peste, y a la que califican como una simple gripe más”. Pero lo que es peor, hay algunos que dicen voy a ir junto a ustedes para infestarles, qué terrible, un verdadero verdugo”, sentenció.
Monseñor Ricardo Valenzuela afirmó también que hoy hay más víctimas que nunca, justos que sufren, inocentes perseguidos, millones de huérfanos”. El tiempo apremia, el coronavirus también. Ya sabemos lo que va a suceder, ya nos avisaron y explicaron todo lo que nos espera con esta tragedia. No es la fe lo que nos falta, sino lo que nos falta es valor, coraje y audacia.
Finalmente, expresó que todo esto también pasará, son tiempos difíciles para todos, pero hay que ser pacientes, solidarios y generosos. Saber que nunca es imposible tener tanta alegría, como cuando se hace un servicio por amor.
“Seamos solidarios, hay muchas personas que nos esperan con el estómago vacío, ahí es nuestro lugar en este momento. Manos a la obra y actuemos con amor y coraje”, concluyó.
Al final de la ceremonia anunciaron que tanto la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, como la Réplica de Tupãsy Ykua permanecerán cerradas durante la Semana Santa, por la cuarentena sanitaria.