En Itapúa cuestionan al titular del CAH
SAN COSME Y DAMIÁN, Itapúa (Juan Augusto Roa). Un empresario local, Arnulfo Fretes, denunció que el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) en Itapúa establece trabas burocráticas irregulares e impide el acceso de pequeños productores a los créditos de contingencia establecidos por el Gobierno, en el marco de la crisis económica provocada por el covid-19. El titular del ente es el itapuense César Cerini, con quien intentamos contactar ayer, sin éxito.
El titular del ente crediticio, César Cerini, privilegia sus negocios particulares con el Estado y se desentiende de los pequeños productores a los que el CAH debe asistir, denunció Fretes, quien tiene un proyecto productivo varado por falta de créditos. Según lo señalado por el pequeño empresario, hace aproximadamente un año inició un proyecto turístico agroecológico, para lo que solicitó un crédito en el CAH, y el cual está vigente y con los pagos al día.
Ante la crisis desatada por la pandemia del coronavirus, que paralizó toda actividad económica, y la posibilidad ofrecida por el Gobierno a los pequeños productores y empresarios del acceso a créditos de contingencia, Fretes acudió al CAH a solicitar la ayuda económica que le dé oxígeno para culminar el proyecto en ejecución.
“Me negaron el acceso al crédito, alegando que ya tenía
CAMPO AROMA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Se estima un lente de agua de 600.000 m³, de donde la cooperativa transporta agua potable siempre que haya sequías severas, para sus dependencias en Filadelfia y las cuatro comunidades indígenas urbanas, totalizando un consumo anual de 230 millones de litros, equivalentes a 22 uno y condicionaron la adquisición de un nuevo préstamo a un crédito hipotecario, lo cual contradice el objetivo de la ayuda crediticia, pues en ningún lado dice que el crédito de contingencia es vinculante con la cartera de crédito de los prestatarios”, dijo Fretes.
Según contó, su caso no es el único que sufre la mala gestión del CAH, pues solamente en el distrito de San Cosme existen cerca de 300 pequeños productores que no pueden acceder a los créditos, mientras que el titular del organismo, antes y durante la pandemia, está dando preferencia a empresas, servicios y otros ramos, con muy poco impacto en el sector del pequeño productor.
Asimismo, cuestionó que lo créditos de contingencia para el sector productivo no se promocionan ni son cocamiones cisternas de gran porte por día. La reserva en Campo Aroma fue monitoreada durante nueve años, después se hizo un estudio de factibilidad y se obtuvo la licencia ambiental para construir un “miniacueducto” con caños PVC-O de 160 mm, cuya palada inicial se desarrolló el pasado jueves.
En un comunicado lanzado en el acto, la coopenocidos por los productores, y en la página web del CAH, no se ha hecho una sola publicación de resoluciones rativa Fernheim sostuvo que siempre ha buscado el apoyo gubernamental en el tema agua potable y “la intención fue entregar la responsabilidad por el agua como necesidad básica al gobierno”, pero lamentó que hubo intentos del gobierno central con dos plantas desalinizadoras “sin los resultados esperados” y que el acueducto “es otro proyecto muy y contratos desde que asumió Cesar Cerini, contraviniendo la ley de acceso a la información pública, acotó. anhelado por los pobladores del Chaco Central”, aún sin concluir.
La cooperativa Fernheim invertirá en esta obra G. 3.500 millones, en tres meses de construcción, según Edgar Eitzen, encargado del departamento Redes y Servicios de Fernheim. “Campo Aroma es un lugar único en el Chaco y mi deseo es que lo cuidemos y no lo sobreexplotemos, porque el agua es limitada en todo el Chaco”, señaló.
El presidente de la cooperativa Fernheim, Wilfried Dueck, señaló que en la actual sequía se pregunta cómo los colonos lo hicieron en 1930, al inmigrar en medio de una gran sequía al Chaco, sin contar con tecnología, máquinas ni conocimientos del sitio. Recordó que Filadelfia fue fundada con base en informaciones hidrológicas, para tener agua para consumo humano y producción de vapor. Pero a partir de 1995, la cooperativa comenzó a buscar fuentes alternativas, para satisfacer la creciente demanda de sus diferentes departamentos y para los indígenas de Filadelfia, apostando siempre a una convivencia armónica. Se compró la estancia Campo Aroma, donde el antiguo proyecto “Agua para el Chaco” del Ministerio de Defensa había encontrado en su momento buenas reservas de agua. “Con esta inversión de 3.500 millones de guaraníes podemos garantizar agua potable por un tiempo prudente. Pero tenemos que manejar todos muy responsablemente los recursos de este lugar y el consumo de agua de cada poblador“, destacó.