Salvar empleos
La pandemia del covid-19 trajo innumerables problemas y desgracias al mundo entero. Hasta ayer se tenía 3.954.246 casos confirmados y 275.160 fallecidos.
Muchos pequeños negocios siguen sin poder abrir sus puertas y la economía se encuentra totalmente parada desde el inicio de la cuarentena sanitaria. Las grandes empresas ya sienten la recesión económica y comienzan a recortar gastos, afectando principalmente al personal.
Un dato alarmante es que cuatro de cinco personas que constituyen la fuerza laboral mundial (81%) se vieron afectadas por cierres parciales o totales de sus trabajos.
El último informe del Ministerio del Trabajo presentado el viernes último menciona que la institución procesó 102.323 suspensiones laborales, algunas de manera temporal y otras definitivamente, eso quiere decir que más de cien mil familias están por el momento sin ingresos seguros.
Pero esta cifra es mucho mayor si tenemos en cuenta que más de 1.639.213 trabajadores informales fueron beneficiados a través del programa Pytyvõ del Ministerio de Hacienda.
Los que tienen un trabajo, en tanto, viven en la incertidumbre al pensar quién sera el próximo y cuándo le alcanzará el recorte. Es una situación muy triste que genera mucho estrés y trae consecuencias graves para el trabajador y su familia.
La recesión y crisis que se vive puede causar estragos en nuestra sociedad. Los problemas económicos pueden trasladarse a salud y viceversa.
La cifra de muertos y contagiados por coronavirus y la posibilidad de que la crisis provoque colapsos en los sistemas de salud en todo el mundo es sencillamente alarmante. Pero si el lema es “proteger y salvar vidas”, también habrá que buscar las formas de preservar a la economía y evitar no solo la proliferación del covid-19, sino también del desempleo.
Urge actuar con rapidez, decisión y coordinación. Las medidas correctas y urgentes podrían hacer la diferencia entre la supervivencia y el colapso.. Salvar empleos es también salvar vidas.