Protocolo chapucero
Existe una extraña e incómoda sensación de que las autoridades sanitarias en Itapúa no están diciendo todo lo que saben o todo lo que pasa a la ciudadanía sobre este tema del coronavirus y su temida expansión. O directamente no saben absolutamente nada del asunto, y por eso se mantienen en un secretismo y hermetismo más propio de una dictadura que de una administración democrática y transparente, como corresponde en un Estado de derecho.
¿Qué explicación tienen para el hecho de que, a casi dos meses de disparado el problema, todavía están reparando un precario sistema de ventilación instalado en una sala de terapia intensiva del hospital del IPS? El Estado destinó para este sitio cuatro miserables camas, cuando tiene disponibles millones de dólares para dar respuesta al problema.
¿Por qué no cuentan la realidad respecto de la falta de equipos de bioseguridad para el personal de blanco, de todos los centros asistenciales del departamento? Este hecho ya motivó que médicos, enfermeras y limpiadoras del hospital regional salieran a protestar ayer ante el estado de abandono en que se encuentran.
Días atrás dos funcionarios del IPS se contagiaron del covid-19 en el propio hospital, porque el famoso “protocolo” que tienen hasta para dar información no fue aplicado adecuadamente. Es probable que si el médico que atendió a la paciente aplicaba el “protocolo”, que incluye el empleo de equipos de bioseguridad por parte del personal médico, no se hubiese producido el contagio.
El anterior director del IPS, doctor Juan Manuel Martínez, fue sacado casi a empujones de la dirección del nosocomio por exigir equipos de bioseguridad para el personal de blanco. No hubo explicación alguna de los que tienen “la lapicera” actualmente en el departamento de Itapúa.
Lapicera que más bien es un “lapi mbyky” para administrar una situación de tanta peligrosidad a la que está expuesta la ciudadanía. Definitivamente, hay cosas que no cierran en este asunto, y ante las cuales el hermetismo y el miedo a perder los carguitos circunstanciales no es lo que la ciudadanía espera de sus autoridades.