Rosca corrupta
En nuestro país las denuncias de corrupción están en el orden del día y muchas veces hasta resulta difícil identificar a las instituciones menos corruptas.
Si habláramos de un ranking podríamos decir que la Policía Nacional continúa siendo una de las entidades con más denuncias de corrupción.
Vecinos del barrio San Jorge de la ciudad de San Antonio trabajaron día y noche para poder construir un puesto policial y así tener una comunidad segura, pero en menos de diez años esta sede se convirtió en un antro de corrupción, según la denuncia de una abogada.
La profesional denunció que un policía identificado como suboficial Carlos Patiño habría exigido ocho millones de guaraníes a un detenido para ayudarlo a obtener libertad ambulatoria, además le habría quitado un auto bajo la excusa de compra-venta. El rodado actualmente figura a nombre de la esposa del uniformado, según expresó.
La profesional comentó que en otra ocasión una detenida pagó G. 500 mil para poder abandonar la sede policial.
La denuncia de la abogada es una de las tantas que se escuchan a diario sobre la rosca corrupta que opera en el citado local policial.
La cuarentena por la emergencia sanitaria lastimosamente se convirtió en una época de oro para los uniformados que salen a la caza de los que violan las medidas sanitarias, pero no es para poner en orden sino para sacar provecho económico.
La presencia de policías corruptos hace que se siga violentando la cuarentena sanitaria. Lastimosamente, los linces se acoplaron al sistema corrupto y salen con la idea de saquear.
La jefa del puesto, comisaria Liliana Morlas, y el suboficial Patiño denunciado por la supuesta extorsión, ya fueron trasladados del lugar. Sin embargo, según denuncias, en el puesto policial sigue campante la rosca corrupta.
El director de la zona Central, comisario Silvio Cantero, prometió sanear y la limpiar el local policial. La ciudadanía espera el cumplimiento de esta promesa para recuperar la credibilidad de una institución tan manchada por la corrupción.