El consumo de electricidad cae 33% en primer cuatrimestre de este año
Entre enero y abril del presente año, el suministro de Itaipú a la ANDE se redujo en un 35%; en tanto que la demanda de energía del Sistema Interconectado Nacional (SIN) cayó un 32,7%, según fuentes oficiales.
De acuerdo con los registros de la entidad, tanto los que mensualmente suben a su página web sus oficinas paraguayas, así como las que en el mismo lapso publica el Viceministerio de Minas y Energía, el bajón es inquietante, pero nada dicen de sus posibles causas.
No obstante, por deducción puede imputarse esta disminución a la casi paralización del aparato económico nacional desde marzo pasado debido a la campaña de atenuación de los efectos del covid-19.
Según el BCP, la tasa interanual del Producto Interno Bruto de nuestro país arrojaba una tasa negativa del 1% en marzo pasado, que la exportación cayó en abril un 50% y que la retracción estimada de todo el ejercicio 2020 es 2,5%.
El último material informativo de Itaipú sobre el perfil energético de la entidad –abril de 2020– destaca que suministró a la ANDE
1112 GWh (1 GWh = 1.000 MWh), en tanto que en el primer mes de este año le proveyó 1.697 GWh.
A su turno, el Viceministerio de Minas y Energía señala que el consumo del SIN en enero fue de 1.844,4 GWh y en abril 1.238,6 GWh, o sea de 605,8 GWh menos.
En lo concerniente a la generación mensual de la central paraguayo-brasileña, de acuerdo con sus informativos mensuales, en enero fue 8.176 GWh, en tanto que en abril último se redujo a
5.027 GWh.
El material de referencia tampoco especifica la causa de esta menor producción
pero, también en este caso, la inserción de estos datos en el marco de la actual coyuntura que atraviesa la binacional permite estimar las causas: el histórico estiaje que castiga al río Paraná, inclusive desde al año pasado, y la reducción de la demanda, no solo de nuestro SIN, sino también del brasileño, igualmente vapuleado por la letal expansión del coronavirus.
Desde esta perspectiva, de la cual observamos que las fuertes rachas del covid-19 aún castigan los alicaídos guarismos de la economía
nacional, se percibe que otra amenaza se perfila: las eventuales implicancias de la nueva Carta Convenio firmada entre Itaipú y ANDE, ante la sonrisa complaciente de Eletrobras, el 13 de diciembre de 2019, la que en la práctica puede transformarse en otro tarifazo, como el de marzo de 2017, porque obliga a la estatal a contratar mayor cantidad de potencia garantizada y, por ende de energía garantizada, y menos de la adicional, o de la energía barata.
Ramón Casco Carreras