Abogado duda de alambrador y trata de cobardes a jueces del caso Juliette
El abogado Max Tranquilino Narváez Matto ratificó ayer que uno de los alambradores que trabajaba en el condominio Monte Pacará de Emboscada tuvo que haber visto quién se llevó a la niña Juliette.
El abogado Max Narváez participó ayer del programa Crimen y Castigo, que se emite de lunes a viernes a las 18:00 por ABC TV.
Entre otras cosas, dijo que tomó intervención en la causa después del acoso que sufrieron de parte de la Policía y la Fiscalía sus clientes, la paraguaya Lilian Zapata
y el alemán Reiner Helmut Oberüber. La mujer es la madre de la niña de siete años desaparecida, Juliette Le Droumaguet, y el hombre es el concubino de Lilian.
Narváez denunció por ejemplo que la psicóloga que evaluó a la hermana mayor de la desaparecida, la indujo a que contestara qué le hicieron a Juliette, apodada
Yuyú, bajo amenazas de que enviarían 13 años presa a su madre, lo que supuestamente produjo un trauma en la criatura, quien ahora ya se encuentra con su padre biológico en Francia.
Narváez ratificó que el alambrador Gerardo Miranda (de 52 años) tuvo que haber visto quiénes se llevaron a Juliette, porque las huellas de la niña y las dos cabras que la acompañaban terminaban justo donde estaba trabajando el empleado.
Asimismo, mencionó en su testimonio al capataz del condominio, Víctor Daniel Vera Giménez (39), quien igualmente estaba trabajando ese día de la desaparición.
El defensor del alemán y de la paraguaya presos dijo que al menos el primero está preso ilegalmente, ya que no tenía responsabilidad en el cuidado de Juliette porque apenas hacía dos semanas que estaba conviviendo con la madre de ella.
Acusó de cobardes a los jueces de la causa, porque tienen miedo de liberar a ambos por el qué dirán.