Entre la salud pública y la libertad individual
La epidemia del covid-19 ha dividido a Estados Unidos en torno a principios cívicos, en una sociedad celosa de las libertadas de las personas, en contra de los excesos en que puedan caer las autoridades políticas.
WASHINGTON (AFP). Más de 1.300 quejas relacionadas con el coronavirus se han presentado ante las cortes de Estados Unidos, según el recuento diario del bufete de abogados Hunton Andrews Kurth.
“El covid ha dividido a Estados Unidos y ha tenido vastas implicaciones políticas”, dijo Lawrence Gostin, un profesor de derecho de la salud pública en la Universidad de Georgetown.
“Hay un conflicto entre salud pública y libertad (...), todo tipo de libertades como el derecho al trabajo, a la libertad, la protesta y a comprar un arma de fuego”.
La primera ola de demandas provino de prisiones y centros de detención de inmigrantes, dijo Torston Kracht socio del bufete de abogados Hunton Andrews Kurth.
Los presos han exigido libertad condicional anticipada, argumentando que las condiciones sanitarias en las instalaciones son pobres y en algunos casos están agravando los problemas de salud existentes de los detenidos.
Algunos prisioneros han conseguido una liberación anticipada.
Otros se han involucrado en batallas legales épicas. El gobierno de Estados Unidos acaba de pedir a la Corte Suprema que bloquee la liberación anticipada de 800 reclusos de la Institución Correccional Federal de Elkton, en Ohio.
Un juez federal en Cleveland ordenó la liberación de los hombres luego de que nueve infectados murieran.
Existen acciones que buscan retomar rápido las actividades, por el mal económico que se sufre, impugnando las órdenes de confinamiento emitidas por gobernadores en sus estados.
Hasta ahora, las respuestas de los tribunales han sido variadas.
La Corte Suprema de Wisconsin declaró ilegal la orden de extensión del confinamiento de ese estado, incluso cuando los jueces del vecino Michigan confirmaron la legalidad de medidas similares ordenadas por su gobernador.
Los jueces también se han dividido sobre algunos de los temas más polémicos del país como el derecho de las iglesias a volver a celebrar servicios religiosos.
Además, varios grupos de empleados han demandado a sus empleadores para mejorar las medidas de protección contra el virus.
Un sindicato que representa a enfermeros de Nueva York interpuso una demanda por más mascarillas, guantes y otro tipo de equipo protector.
En casos en que las medidas de protección fueron demasiado escasas o tardías, los familiares de víctimas han presentado demandas por negligencia.
Empleadores como las tiendas Walmart y la empresa de procesamiento de carne JBS han sido objeto demandadas, al igual que algunos hogares de ancianos.