Lento restablecimiento del consumo
Ayer, al inicio de la fase 2 de la “cuarentena inteligente”, se registró una tímida demanda en los negocios y centros comerciales. Empresarios coincidieron en expresar su esperanza de que se dinamice la economía.
El comercio en general reabrió sus puertas ayer después de más de dos meses de cierre obligatorio. En un recorrido por diversas tiendas y shoppings, un equipo de ABC constató que se cumplen protocolos sanitarios acordados para reiniciar actividades en la segunda fase de la “cuarentena inteligente”. La demanda aún es tímida, pero comerciantes están esperanzados de que irá mejorando.
En un recorrido de nuestro equipo periodístico se constató que varios comercios reabrieron sus puertas y ofertan productos que no son precisamente de primera necesidad. Sin embargo, varios coincidieron en señalar que al menos existe la posibilidad de que los potenciales clientes se acerquen a adquirir sus productos y servicios. En tanto, en las calles se vieron locales cerrados, así como también salones vacíos y con cartel que indican que están disponibles para el alquiler o la venta.
En cuanto a los centros comerciales, en el Shopping Mariscal se observó la instalación de señalética que indica el circuito de circulación en los pasillos, en todos los pisos del edificio. Además, en las puertas de los negocios se muestra la cantidad máxima de clientes permitida para permanecer al mismo tiempo, respetando la indicación de Salud Pública conforme a los metros cuadrados del sitio.
En el área de patio de comidas, las mesas y sillas fueron retiradas a fin de desmotivar a clientes que pretendan quedarse en el sitio; así, solo se acercan a retirar la comida de alguna de las diversas empresas que están prestando sus servicios.
Siguiendo en el rubro gastronómico,
con cintas se prohíbe el acceso a los asientos, con lo que impiden la estadía de los clientes.
En el caso del “Bar La Esquina”, su propietaria, Gabriela Gadea, manifestó que realizaron diversos ajustes a fin de mantener el servicio como los identifica, que es el de la variedad del buffet. Indicó que los clientes se pueden acercar al local, donde en la entrada es obligatorio lavarse las manos y someterse a un control de temperatura; luego un empleado le sirve los alimentos que desea. En el mostrador de la caja se colocaron divisorias de blíndex, a fin de minimizar el contacto entre las personas al momento del pago.
“Antes vendíamos un promedio de mil platos al día y ahora estamos cocinando un diez por ciento. Hoy (por ayer) aumentó un poco la demanda, pero no muy significativamente”, comentó. Agregó que pese a este panorama está contenta de poder seguir trabajando y cumpliendo con sus clientes.
Por su parte, la Asociación de Importadores y Comerciantes del Paraguay (Asimcopar), vía comunicado, lamentó la falta de apoyo del Estado para otorgar los créditos necesarios para que los negocios sigan operando.