Repudian contrabando de azúcar
TEBICUARYMÍ (Carlos Ávalos, corresponsal). Unas siete asociaciones de productores de caña dulce diseminadas en diferentes distritos de los departamentos de Paraguarí, Guairá y Caaguazú, luego de una reunión dirigencial realizada en el predio de los Cañeros Orgánicos Asociados (CORA) en Tebicuarymí, resolvieron emplazar hasta el lunes próximo al ministro de Agricultura y Ganadería, Rodolfo Friedmann Alfaro, para que atienda las demandas del sector, o de lo contrario recurrirán a medidas de fuerza. Friedmann se comprometió a gestionar un conversatorio entre el presidente de la República Mario Abdo Benítez, Ministerio de Industria y Comercio y otras instituciones competentes para frenar el contrabando de azúcar y poder proponer un mejor precio.
El presidente de Cañeros Orgánicos Asociados (Cora), Jorge Báez, indicó que el ministro Friedmann se había comprometido a gestionar una mesa de diálogo con
Industria y Comercio, Interior, Fiscalía y otras instituciones para endurecer la lucha contra el contrabando y mejorar el precio de la materia prima. “Hasta el momento no hay respuestas, emplazamos hasta este lunes al ministro de Agricultura, si no, nos veremos obligados a salir a las calles con nuestra caña”, advirtió Báez.
El intendente de Itapé, Guairá, Ignacio Rotela (PLRA), opinó que le parece injusto que solamente un sector sea beneficiado con una buena paga por el mismo producto, comparando los G. 200.000 por tonelada que Petropar pagará a los cañeros de Mauricio J. Troche y solamente G. 140.000 en Azpa.
Inicio de zafra 2020
La Azucarera Paraguaya SA (Azpa), ayer jueves, arrancó con la zafra cañera 2020 con una meta trazada de moler 1.200.000 toneladas de caña, que se traducen
en unos 35 millones de litros de alcohol y unas 90 mil toneladas de azúcar, entre convencional y orgánica, 200.000 toneladas más que el año pasado. El ingenio pagará G. 160 mil por tonelada de caña orgánica y G. 140 mil por la convencional.
Con relación al precio del azúcar convencional, el ingeniero Iván González explicó que resulta imposible para el ingenio y otras fábricas pagar un precio mayor a lo estipulado, por la competencia ilegal que le hace el contrabando del producto.