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No siempre es todo lindo en el fútbol y más cuando la lucha de poderes se cruza. El enfrentamiento que no tiene fecha de origen y menos vencimiento entre la Asociación Paraguaya de Fútbol y Olimpia es un debate para rato...
La disparidad de criterios o proyectos que se contraponen entre la Asociación Paraguaya de Fútbol (antes Liga Paraguaya) y Olimpia es de años y lo llamativo es que la relación comenzó a resquebrajarse aún más cuando en 1994 fueron a la puja por la presidencia de la entidad el escribano Óscar Harrison (padre del actual titular) y el entonces presidente honorario del club de Para Uno, Osvaldo Domínguez Dibb.
En la asamblea del 22 de diciembre de 1994 fueron por el mando presidencial en lugar de Jesús Manuel Pallarés, los candidatos Harrison y Domínguez Dibb.
La lista de Harrison estuvo integrada de esta manera: Presidente: Óscar Harrison (Nacional). Vicepresidente: Antonio Colmán Rodríguez (Olimpia). Tesorero: Óscar Achón (UF). Miembros: Juan Ángel Napout (Cerro Porteño), Aparicio Roldán Espinoza (Guaraní), Armando Correa López (Primera de Ascenso) y Marco Aurelio Nunes (Libertad).
La lista de ODD estuvo compuesta por: Presidente: Osvaldo Domínguez Dibb (Olimpia). Vicepresidente: Magno Ferreira Falcón (Cerro Porteño). Tesorero: Emilio Zacarías (Colegiales). Miembros: Ramón González Daher (Luqueño), Marcial Cano Gutiérrez (Primera de Ascenso), Albino Jara (River Plate y Marino González (Libertad).
Se impuso Harrison en los votos por 57 a 39 y el único de la nómina opositora que logró un lugar en el nuevo comité, según el sistema proporcional D’Hondt, fue Ramón González Daher.
Campeonato paralelo
La guerra dirigencial siguió y en 1997, luego del enfrentamiento asambleario, se recrudeció la lucha de poderes y hasta Domínguez Dibb impulsó la creación de la Asociación de Fútbol Profesional Paraguayo (AFPP) y la creación de un campeonato paralelo al que se opuso tenazmente Harrison. El proyecto fue un torneo con la participación de cinco clubes de Primera División (entre los que estuvieron Cerro Porteño y Guaraní) y 15 asociaciones del interior.
Los 20 equipos anotados fueron de Olimpia, Cerro Porteño, Guaraní, Libertad y San Lorenzo (Primera), los del interior, que se denominaron Sociedades Deportivas, son Amambay, Paranaense. Ovetense, Colonias Unidas, San Ignacio,
San Juan Bautista, Pilarense, Guaireña, Caaguaceña, Itaugüeña. De las Cordilleras (Atyrá), Lambareña, Paraguariense, Carapegüeña y Central (Nueva Italia).
La entonces LPF de opuso y la AFPP siguió con el plan a pesar de una advertencia de la FIFA, según el escribano Harrison. El conflicto siguió. Luego de unos meses, aparentemente gracias a la intermediación de Luis Lezcano, titular azulgrana, se limaron las diferencias y se jugó la “Copa de Oro” que se inauguró el 8 de octubre en Pedro Juan Caballero con Olimpia frente a la Sociedad Deportiva Amambaiense que ganó 1-0.
En el día del estreno, los dirigentes de la AFPP aclararon en Pedro Juan que esperaban subsanar los pequeños detalles con la LFP y luego vino, un par de días después: “Drásticas medidas adoptó el comité ejecutivo de la Liga Paraguaya de Fútbol al suspender al club Olimpia como representante del fútbol paraguayo en eventos internacionales en el año 1998, por haber participado de la Copa de Oro”. El torneo fue igualmente desautorizado por el comité y la LPF elevó a la CSF y la FIFA todos los antecedentes del caso. Continuaron las negociaciones, ambas partes cedieron y finalmente el 28 de octubre el comité ejecutivo autorizó la realización de la “Copa de Oro” denominada “Julio Domínguez” con 22 clubes y que la ganó Cerro Porteño.
Vino Recanate …
Siempre en medio de constantes tiroteos, irrumpió Marcelo Recanate, quien como presidente de Olimpia incluso llevó adelante una feroz campaña impulsando la renuncia de Juan Ángel Napout e incluso los dardos apuntaron a Alejandro Domínguez, de cuna y dirigencia olimpista en la APF.
La “guerra” fue veroz, pasaron aguas turbias, pero que luego se calmaron y hasta que llegamos a lo más recientes, Marco Trovato-Robert Harrison y también desacreditando a Javier Díaz de Vivar, de origen olimpista y actual vicepresidente de la matriz.
Después de vaivenes de todo tipo incluso fuera del fútbol, por ahora reina aparente quietud luego de la reunión presidencial del jueves pasado, pero el “virus” del descontento puede picar en el momento menos esperado...