Imprimen en 3D émulo de tejidos biológicos
WASHINGTON (EFE). Investigadores de la Universidad de Colorado en Denver han conseguido crear un posible remplazo de cartílagos y otros tejidos biológicos mediante elastómeros cristalinos líquidos (LCE, por sus siglas en inglés) que pueden imprimirse en 3D e igualar las propiedades y el comportamiento de los elementos sustituidos, anunció ayer el centro educativo.
Un equipo de esta institución junto a científicos de una universidad china, liderado por el profesor de Ingeniería Mecánica Chris Yakacki, ha sido el artífice de este hito gracias a la creación de diversos artefactos que son capaces de imprimir estructuras complejas y porosas con los elastómeros cristalinos líquidos.
Para su estudio, Yakacki y su equipo han empleado un proceso de impresión en tres dimensiones llamado procesado de luz digital, que transforma una resina de cristal líquido de textura resinosa en un elastómero suave y fuerte que impreso se asemeja al cartílago.
El grupo ha logrado imprimir numerosas estructuras, entre las que se destacan una pequeña y detallada flor de loto y una jaula para la columna, una prótesis usada en procedimientos de fusión de columna para mantener la altura y descompresión foraminal, que es el elemento de LCE más grande que nunca se ha creado con este nivel de detalle.
“Se ha tratado de hacer discos espinales sintéticos y no se ha conseguido un buen trabajo. Con la impresión 3D y la alta resolución que obtenemos de ella se puede copiar exactamente la anatomía de una personas. Algún día quizá seremos capaces de crear células que puedan arreglar la espina dorsal”, expuso Yakacki.
“La columna vertebral está llena de desafíos y es un problema difícil de resolver”, agregó.
PARÍS (AFP). El desmontaje del andamio de Notre Dame de París, instalado antes del devastador incendio de 2019, empezó ayer, una de las etapas más importantes y peligrosas del titánico proyecto de reconstrucción de la catedral.
Christophe Rousselot, delegado general de la Fundación Notre Dame, calificó la operación como “muy sensible, muy complicada, con un factor de riesgo nada desdeñable” .
“Podrían caer trozos del andamio, fragilizando alguna parte de la catedral”, añadió.
El andamio está constituido por 40.000 piezas y pesa 200 toneladas, de las cuales la mitad se halla a más de 40 metros de altura.
Fue instalado para restaurar la aguja de la catedral gótica y resistió al hundimiento de esta joya arquitectónica de casi 100 metros de altura durante el incendio del 15 de abril de 2019, pero se deformó por el calor, y debe ser removida.