Paraguay, campeón mundial de la chía
La campaña de trigo arrancó con buenas condiciones en lo que refiere a precipitaciones, en el mes de mayo se registraron entre 100 a 120 milímetros de lluvia en la región sur, y 60 a 100 mm para la región este del país (fuente: Fecoclima), empezó diciendo el ingeniero agrónomo Jorge Domínguez, encargado de Investigación y Desarrollo en Cetapar.
Pese a tener un buen arranque no hay que descuidar ciertos criterios, el trigo al igual que otros cultivos puede ser afectado por ciertas enfermedades, cuyo impacto se refleja en el rinde y sobre todo en la calidad del grano. A continuación, se exponen ciertas pautas a seguir, estimando que ya ha culminado la siembra en todo el país.
Monitoreo del cultivo
El monitoreo del cultivo es fundamental para la toma de decisión en cuanto a que fungicidas se va utilizar una vez que la enfermedad haya sido detectada en el lote.
Independientemente a las condiciones favorables para un patosistema se recomienda el monitoreo a partir del macollaje, sobre todo en variedades susceptibles, una detección temprana resulta clave en el manejo integrado de enfermedades.
Cómo monitorear
El sistema de monitoreo es de libre elección (zigzag, en grilla, aleatorio simple etc.) siempre y cuando se aproxime a la representatividad del lote, tomando como referencia una hectárea, lo ideal sería tener entre 40 a 50 observaciones, con una periodicidad de 7 a 10 días, buscando detectar posibles lesiones o manchas.
En caso de no poder estar identificado que patógeno podría causar la enfermedad, lo recomendable es acondicionar las muestras (hojas o planta entera) en sobres de papel o bolsas arpillera plástica y acercar lo antes posible a un laboratorio para el análisis pertinente.
Aplicaciones foliares de fungicidas
Debe entenderse que el uso de fungicida no aumenta el rendimiento, sino que permite expresar el potencial del cultivo.
Hay que tener en cuenta el criterio de aplicación de fungicidas en condiciones predisponentes y el criterio de umbrales.
Para manchas foliares causadas por necrotróficos (enfermades que matan a las hojas) se recomienda entre 15% a 20% de incidencia foliar y para el caso de hongos biotróficos (royas y oidio) se recomienda de 2% a 5% de incidencia foliar.
En este contexto los valores de incidencia foliar son mucho menores en biotróficos que necrotróficos, esto por ser enfermedades policíclicas, es decir, tiene varios ciclos del patógeno por cada ciclo del cultivo de ese modo con poco inóculo pueden comprometer fuertemente el lote.
Momento de aplicación
Se recomienda realizar la aplicación en etapa de encañazón hasta inicios de formación del grano (periodo de riesgo de pérdida de rendimiento por enfermedades foliares).
La segunda aplicación del fungicida se realizará cuando se constate nuevamente valores de incidencia foliar similar al anterior. Evitar aplicaciones en estado lechoso.