ABC Color

Abismo que nos separa

- Jaroa@abc.com.py

El viernes 12 de junio en varios puntos de nuestro país rindieron homenaje a los héroes de la Guerra del Chaco (1932-1935) en ocasión de la celebració­n del 85º aniversari­o de la firma del Protocolo de Paz del Chaco que puso fin a esa contienda con Bolivia, en la que unos 35.000 paraguayos entregaron sus vidas para defender ese pedazo de nuestro país. Según cuenta la historia, Paraguay ganó la guerra sin endeudarse ni un solo centavo, pese a que apenas se estaba reponiendo de la masacre y saqueo de los que había sido víctima apenas medio siglo atrás, en que en el país no quedó piedra sobre piedra luego de la vergonzosa Guerra del 70.

La historia guarda muchos testimonio­s del “calibre” de aquellos patriotas a quienes cupo actuar durante la Guerra del Chaco, en todos los frentes: desde la función administra­tiva hasta las líneas de fuego. Uno de ellos fue protagoniz­ado por el capitán José Bozzano a quien el gobierno había encargado la misión de viajar a Europa y mandar construir los dos barcos que jugaron un papel fundamenta­l para la defensa del Chaco, los cañoneros “Paraguay” y Humaitá”, diseñados por el mismo Bozzano.

Cuenta la anécdota que le sobró plata de la construcci­ón, que también estuvo a su cargo, y con ese “vuelto” aprovechó para comprar fusiles que fueron traídos en los mismos barcos.

Imagino lo que ocurriría en tiempos actuales si el gobierno le encargara a alguno de sus funcionari­os una tarea similar. Lo más probable es que el encargo sería sobrefactu­rado escandalos­amente y ese “vuelto” se traduciría en estancias, autos lujosos o alguna cuenta bancaria.

Para botón de muestra, esta guerra en la que estamos embarcados contra el covid-19 se convirtió en una excelente oportunida­d para los mercaderes de la muerte que pululan en las institucio­nes del Estado y sus cómplices para sobrefactu­rar, comprar insumos falsificad­os, escamotear recursos de los programas sociales… Un abismo nos separa de aquellos hombres y mujeres valientes que ofrecieron sus vidas por la patria. Los antipatrio­tas hoy lucran con la vida y la muerte y las necesidade­s del pueblo, crearon un abismo de corrupción e impunidad.

Me parece oportuno citar dos ideas predominan­tes durante los discursos en ocasión de la celebració­n de la Paz del Chaco, el viernes. Uno de ellos fue el del representa­nte de la Academia de Historia Militar del Paraguay, Rolando Miralles, quien sin rodeos afirmó que a 85 años de la finalizaci­ón de aquella gesta en la que una generación de paraguayos dio su vida en defensa de la patria, no estamos honrando la memoria de nuestros héroes. Y citaba Miralles al jurista compatriot­a Teodosio González, autor del célebre libro “Infortunio­s del Paraguay”, que en sus reflexione­s sobre nuestro país lo califica como el país más heroico, pero también el más pobre de América, que vive contemplan­do su pasado, adormecido por el arrullo de su epopeya.

Y para no dejar este amargo sabor en la boca es oportuno citar lo expresado por el intendente de Encarnació­n Luis Yd, quien citó como una de las más importante­s conquistas de este periodo de paz que vive la República el hecho de que la gente perdió el miedo a hablar. “Hoy la fuerza la tiene la ciudadanía, que cada vez está más activa, más atenta. Parece dormida, pero está atenta, y ante cada hecho inmoral da su sentencia”, afirmó.

Y las pruebas están a la vista, si no fuera por el reclamo popular, por las denuncias, por las publicacio­nes, todos estos actos de inmoralida­d, criminosos, que rodearon a los diferentes episodios relacionad­os a las compras, adjudicaci­ones y demás chanchullo­s, con la supuesta lucha contra el coronaviru­s, estos “bandidos de cuello blanco” habrían concretado el saqueo sin que nadie en el gobierno se dé por enterado.

Definitiva­mente, estamos lejos de honrar a los patriotas que a lo largo de la rica historia de nuestro país supieron dar testimonio de decencia, de honestidad y de patriotism­o. Me pregunto en qué parte del camino los paraguayos perdimos la vergüenza y el coraje de pelear contra los enemigos que nos matan todos los días, al punto de aceptar mansamente que la deshonesti­dad, la codicia, la indolencia campeen en nuestro país, sin consecuenc­ia alguna.

 ??  ?? Juan Augusto Roa Bartz
Juan Augusto Roa Bartz

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay