Uso de la fuerza
Con relación al caso de los policías que dispararon contra un auto en persecución, e hirieron a una criatura. Creo que está contemplado en la ley que el uso indebido o excesivo de la fuerza policial, así como golpear a un detenido, no se debe hacer; menos se debe sacar un arma y disparar contra un auto, por más que no se detenga ante un control y sea perseguido; aún más, no corresponde dispararle en una persecución aunque se sepa que en el mismo van delincuentes, ya que los disparos pueden ir a cualquier parte y matar a personas que no tienen que ver con el asunto.
En los EE.UU., donde los policías tienen amplios poderes, vemos en infinidad de vídeos que en las persecuciones ellos nunca disparan, buscan acorralar al que escapa, y si este luego se baja, saca un arma, aunque sea un cuchillo, si no acata la orden inmediata de arrojarla y tirarse al piso ahí sí lo acribillan, lo cocinan a balazos.
Y en este suceso, se ven dos casos, que la opinión pública no debe confundir: uno el irresponsable del padre, que debe ser multado o sancionado por no acatar la orden de detención; y el otro la actitud criminal y violenta de los policías que deben ser juzgados, apartados de la institución y, si les cabe, encarcelados; además de investigar la responsabilidad de sus superiores y si hay acciones de cohecho en el ámbito.
Y la frutilla que corona el postre, un postre de terror, las declaraciones del ministro; porque llamar a este hecho “accidente” anonada a cualquiera por la ligereza de las mismas; esto me hizo acordar algunas salidas que tenía el expresidente Cartes, como: “qué querés que haga con el muerto”.