Lento despertar de la actividad económica
ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa). Un ligero repunte de actividad en las calles, y un tímido movimiento comercial se observa en toda la ciudad, en lo que va de la primera semana de la fase 3 de la “cuarentena inteligente”. En locales como talleres mecánicos, gomerías, casas de repuestos, comercios de barrio, el movimiento va adquiriendo intensidad, no tanto así en las tiendas de ropas.
“Hay un poco más de movimiento, la gente empieza a salir, a realizar compras necesarias, pero todavía es poco”, sostiene el propietario de un negocio de autorrepuestos. Lo mismo ocurre con las tiendas de ropas, muchos comercios abren, particularmente los propietarios que no tienen encima la cuota del alquiler que cubrir, lo que les otorga cierta ventaja frente a quienes deben pagar alquiler, empleados, ante un panorama poco alentador.
Los que reaparecieron con mayor vigor son los famosos vendedores de “asaditos” en algunos puntos de la ciudad y las rutas, los “yuyeros”, que van retomando su rutina, así como los vendedores ambulantes de frutas.
La gente gasta en lo estrictamente necesario, básicamente comida, y elementos que les permitan desarrollar sus actividades. Los talleres mecánicos, locales de venta de cubiertas, compiten por los pocos clientes que aparecen.
El cierre del puente afecta particularmente a las casas de venta de neumáticos, debido a que un importante sector de sus clientes no puede cruzar la frontera. “Los argentinos son nuestros principales compradores de cubiertas, ellos cambian sus neumáticos por lo general cada 30.000 kilómetros, y esa distancia la hacen en pocos meses. Se mueven mucho, constantemente están cambiando”, comentó un trabajador del rubro. Las ventajas en los precios de cubiertas, con la invasión de cubiertas chinas en el mercado local, y cuya calidad no es desestimable, es un poderoso atractivo para los turistas compradores.
El sector de la ciudad que todavía no puede entrar en “ritmo” es el circuito comercial, donde varios comercios y algunos shoppings ya abrieron sus puertas, pero la llegada de compradores se hace esperar.