Desesperación ha llegado a hogares a causa del coronavirus, dice obispo
En misa de ayer el obispo Ricardo Valenzuela sostuvo que la desesperación ha llegado a muchos hogares a causa del covid-19, por lo que oró para que se pueda ayudar a quienes atraviesan una situación difícil.
CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional).
Ayer se realizó una misa vespertina en la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé. El obispo Monseñor Ricardo Valenzuela sostuvo que la desesperación ha llegado a muchos hogares a causa del coronavirus.
En ese sentido, durante la celebración litúrgica oró para que se pueda ayudar a las familias que están atravesando una situación difícil en lo económico. Recordó a los padres que se quedan sin trabajo y sin la posibilidad de alimentar a sus hijos.
Al respecto sostuvo que muchos tienen un miedo que los paraliza, ante la pérdida de un trabajo, o un ser querido, o ser víctimas de una enfermedad que va minando su salud. O hasta el hecho de
no poder pagar las cuentas acumuladas, que pone en peligro el bienestar familiar.
Mientras que hay otros que creen que tienen el derecho de avasallar los derechos de los demás, llevándose todo por delante y tomar lo que encuentre en su camino, sin importar siquiera a quién pertenece, fueron algunas de sus expresiones
Para luego afirmar que “hoy por ejemplo se hacen trampas para evadir los impuestos, enseñando con el ejemplo a los hijos a hacer trampa como los demás”.
Ante estos hechos monseñor Valenzuela instó a no tener miedo y dejar de ser meros testigos. Exhortando a los católicos para que sean firmes en sus convicciones, pisando fuerte en el campo del respeto humano. Es decir, ser cristianos de Ley.
“Malo sería si nadie me insulta por ejemplo por ser formador de conciencia, de enseñar lo bueno”, sentenció.
Finalmente se refirió a los padres de familia, en su día, diciendo que “hoy más que nunca nos hacen falta los formadores de conciencia, aquel padre que inculque valores de honestidad y honradez en sus hijos, en una sociedad cada vez más amoral”, acotó.
La misa se realizó a puertas cerradas, sin la presencia de fieles, solo transmitida a través de los medios de comunicación y redes sociales, por decisión del Equipo Pastoral, como medida para evitar aglomeración y prevenir el contagio del coronavirus covid-19.