Rosca policial en tráfico de vehículos
La Dirección de Asuntos Internos de la Policía Nacional inició una investigación ante las eventuales operaciones de una red internacional de tráfico de vehículos que sería ejecutada, gerenciada y apañada por una rosca policial fronteriza. El escándalo fue detectado a partir del robo de una camioneta de un intendente brasileño, que fue traída a nuestro país, pero que posteriormente fue recuperada en una “persecución” inventada.
SALTO DEL GUAIRÁ (Rosendo Duarte, corresponsal). El supuesto descarado hecho de corrupción guarda relación con un asalto domiciliario ocurrido el viernes 12 de junio en la residencia de Paulo César Franjotti (49 años), conocido como Paolão, quien es el prefeito (intendente) de Japorã, un pequeño municipio del estado de Mato Grosso del Sur que queda a tres kilómetros de la línea internacional que separa Brasil de Paraguay y a 30 kilómetros del centro de esta ciudad, que a su vez es la capital del departamento de Canindeyú.
En ese atraco, en el que fue tomada de rehén toda la familia del intendente, la gavilla robó una camioneta Toyota Hilux negra, año 2020, con chapa QAB 5408, registrada precisamente a nombre de la Municipalidad de Japorã.
Dicha camioneta cruzó a territorio paraguayo, donde supuestamente se hizo cargo de ella el suboficial mayor
Jorge David Barboza, quien en ese momento estaba a cargo del departamento de Investigaciones de Central.
Según una versión que ya llegó a oídos del comandante, comisario general Francisco Resquín Chamorro, el suboficial Barboza llevó la camioneta robada a Asunción por pedido nada menos que del jefe del departamento Control de Automotores, comisario principal Fidencio Rivas.
El vehículo pasó de largo, por ejemplo, frente al puesto de control del kilómetro 7 de Salto del Guairá, cuyos agentes ya habrían admitido que hicieron la “vista gorda” por una supuesta orden dada por el comisario principal Francisco Cristaldo, quien es el jefe de Prevención y Seguridad Ciudadana de Canindeyú y camarada de Rivas.
La supuesta orden de no atajar la camioneta robada supuestamente fue entregada por Cristaldo a través de su chofer, el suboficial primero Cristian David Bustamante, quien también ya habría reconocido dicha situación ante sus superiores.
Sin embargo, a raíz de la presión ejercida por las fuerzas de seguridad del Brasil, el vehículo tuvo que ser devuelto por una “orden superior”.
Así, la Toyota Hilux apareció de nuevo el 14 de junio en Salto del Guairá, donde policías del departamento de Investigaciones de Canindeyú informaron que la recuperaron luego de una persecución, que en realidad nunca habría ocurrido.
El jefe de Investigaciones que consintió esta maniobra es el comisario principal Leonor Barrios, aunque el que firmó el documento oficial fue el subjefe, comisario Óscar Acuña.
Los comisarios Cristaldo y Rivas niegan haber desplegado las conductas que se les atribuyen. El fiscal Israel Villalba será el investigador del caso. La camioneta aún no fue devuelta a la Municipalidad de Japorã.