Admite que no se debía iniciar metrobús

Recién ahora, la empresa portuguesa Mota Engil admitió que no debió iniciar las obras del metrobús sin que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) haya liberado totalmente la franja de dominio en el corredor del fallido proyecto. Hablan de “error inocente”.

Los representantes de la firma europea, João Figueiredo y João Pedro Parreira, dieron ayer esas precisiones sobre el metrobús, en una audiencia virtual a la que fueron convocados por parte de la Comisión Bicameral que investiga el fracasado plan, la cual está presidida por el diputado Ramón Romero Roa (ANR, Añetete).

“Vemos que no fue una actitud correcta (el inicio de las obras), porque efectivamente, sin tener la liberación de la franja de dominio, la implementación del proyecto es simplemente imposible”, dijo Figueiredo a los congresistas.

En otro momento, resaltó: “Desde el principio siempre existió una dificultad muy marcada para realizar los trabajos. Son conocidas las intervenciones que realizamos en estos años en lo relacionado con los frentistas. Obviamente iniciar una obra sin tener la franja liberada crea un inconveniente significativo a la ciudadanía”.

A su turno, Parreira aseveró que “no debían iniciar las obras” porque no tenían liberada la franja de dominio. “Sí, nos equivocamos, por buena fe, porque creíamos que la generación de valor al no parar la obra en la situación de una avenida tan importante comercialmente. Fue un error inocente”, dijo. Ambos representantes señalaron que el MOPC tenía la obligación de liberar la franja de dominio en un 100%, una vez dada la orden de inicio, lo cual no pasó.

Asimismo, aclararon que Mota Engil se enteró de la decisión de agregar los cableados subterráneos (zanja técnica) ya después de adjudicarse las obras, lo cual se formalizó en la adenda 4, con la cual se incrementó el costo de los trabajos en un 33%.

Asimismo, aclararon que la ejecución total llegó al 33% y que pretenden cobrar otros US$ 25 millones, que justamente reclamar en un arbitraje.

Por su parte, los parlamentarios cuestionaron principalmente la subcontratación que realizó Mota Engil en casi toda la obra y pidieron documentaciones al excontratista del MOPC. Recordemos que los tramos 2 y 3 se adjudicó a Mota por US$ 54 millones pero el costo se incrementó 35%, a través de una adenda, llegando a US$ 72,7 millones.