Rige en Hong Kong nueva ley china contra libertades
La ley china de seguridad nacional para Hong Kong, que contempla penas de cadena perpetua, entró en vigor tras ser ratificada por el presidente del país, Xi Jinping, aunque todavía no se ha divulgado el texto definitivo. Demócratas ven a esta normativa como una forma de amordazar a la oposición.
HONG KONG/BRUSELAS (AFP, EFE). La Declaración Chino-Británica de 1984, que articuló la retrocesión de Hong Kong de manos británicas a chinas en 1997 –de la que ayer se cumplieron 23 años– estableció el mantenimiento durante al menos 50 años a partir de esa fecha de una serie de libertades en el territorio inimaginables en la China continental.
El texto será incorporado a la “Ley Fundamental” que sirve desde 1997 de mini-Constitución en Hong Kong y entró en vigencia ayer.
Con esta normativa, ratificada por el presidente Xi Jinping, el régimen chino avanza sobre la limitación de libertades fundamentales.
La Unión Europea (UE) deploró la controvertida ley de seguridad de Hong Kong ratificada por el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) de China, pues consideró que socavará la autonomía y el Estado de derecho de la ciudad.
Estados Unidos, Reino Unido y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos habían advertido del riesgo de que la ley sea utilizada para acallar las voces críticas con Pekín, que utiliza leyes similares para aplastar a la disidencia en el continente.
Represión
Esta ley permite reprimir cuatro tipos de crímenes contra la seguridad del Estado: las actividades subversivas, la secesión, el terrorismo y la colusión con fuerzas extranjeras.
En este ámbito, la China continental puede hacerse cargo directamente de los casos en tres situaciones: si se trata de casos complejos de injerencia extranjera, si los casos son “muy graves” y si hay “amenazas graves y reales” contra la seguridad nacional.
“Poco importa que se haya hecho uso de la violencia o que se haya amenazado con usarla, los líderes o autores de (crímenes) graves serán condenados a cadena perpetua o a un mínimo de 10 años de cárcel”, establece la nueva ley.
Esta ley, considerada por sus detractores como una
forma de amordazar a la oposición y socavar la autonomía del territorio, también prevé la creación de una agencia de seguridad nacional en suelo hongkonés.
Ignorando los llamamientos de los países occidentales, el parlamento aprobó el texto, un año después de las protestas multitudinarias en la antigua colonia británica contra la influencia del gobierno comunista.