Unos son millonarios, mientras otros dicen perder
Mientras algunos políticos declararon exponenciales crecimientos patrimoniales cuando ocupaban altos cargos públicos, otros aseguraron haber sufrido millonarias pérdidas y aun así deciden aferrarse a sus asientos. Varios documentos revelan además llamativ
Las declaraciones juradas de bienes de las más altas autoridades presentan realidades diametralmente opuestas. Algunos políticos dicen haber perdido millonarios montos de dinero mientras ocupaban espacios de poder, en tanto que otros no hicieron siquiera el mínimo intento por ocultar el crecimiento patrimonial
exponencial que experimentaron.
El exvicepresidente de la República y actual senador, Luis Castiglioni, por ejemplo, ingresó con un patrimonio de más de G. 17.000 millones como segundo del Poder Ejecutivo en 2003.
Cuando renunció en 2007 al cargo de vicepresidente,
Castiglioni declaró un patrimonio de G. 13.043 millones. Es decir, sufrió pérdidas por G. 4.000 millones.
Llamativamente, decidió volver en 2013, pero como senador, luego de perder las elecciones internas de 2008.
Un caso diametralmente opuesto es el del exlegislador y exasesor del Tribunal Superior
de Justicia Electoral Luis Guanes Gondra, cuñado del exsenador liberal Domingo Laíno.
Entre 1998 y 2015, acumuló G. 9.000 millones más de riqueza.
La donación a Ibáñez
Un caso bastante llamativo es el del exdiputado
colorado José María Ibáñez, quien declaró haber recibido en “donación” dos inmuebles ubicados en la zona de Estanzuela –donde está su coqueta casa quinta– a los que les asignó un valor referencial de G. 500.000 cada uno.
En esa casa quinta, que Ibáñez recibió como donación,
trabajaban los caseros a los que el exlegislador nombró en la función pública para no pagarles de su propio bolsillo los sueldos por las labores que realizaban para su familia.
Ese fue el caso por el cual fue condenado y se vio obligado a renunciar a la Cámara de Diputados.