El modesto intelectual que se fue como llegó al cargo
UN “BICHO RARO” EN POLÍTICA
El exsenador Evelio Fernández Arévalos es uno de los pocos ejemplos de una política diferente y a los que realmente se le puede creer que salió del cargo prácticamente con lo que llegó.
Licenciado en Filosofía y en Derecho, ha cultivado en su vida más logros académicos que riquezas materiales a costa de la política.
En sus declaraciones juradas de su último periodo como senador -de 1998 a 2003-, registra ahorros en dólares, una vivienda en Lambaré y un automóvil Volkswagen Amazon, los cuales mantuvo durante su periodo legislativo.
Su patrimonio neto registra un aumento del 42% en ese periodo, lo cual corresponde principalmente a que sus ahorros en dólares aumentaron su valor, ya que en 1998 el dólar estaba a G. 2.810 y cinco años después se disparó a G. 6.200 cada uno. Durante ese periodo también ejerció la docencia, que le dio ingreso extra, al cobrar mensualmente en el mejor de los años G. 1.200.000.
Si bien abandonó el Congreso, a donde llegó de la mano del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), su perfil de hombre intelectual y recto le valió la consideración para ocupar la representación diplomática de nuestro país en Brasil y llegó a presidir la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Más recientemente, por su trayectoria política y académica el año pasado recibió la Orden Nacional al Mérito Comuneros otorgada por el Congreso.