Recuerdan ataque sandinista a templo
MANAGUA (EFE). Defensores de derechos humanos, víctimas y opositores al régimen sandinista del presidente Daniel Ortega recordaron ayer el segundo aniversario del ataque armado perpetrado por un grupo de policías y civiles armados, afines al gobierno, contra la iglesia la Divina Misericordia, en Managua, donde fueron asesinados dos estudiantes que se habían refugiado en el templo.
El ataque ocurrió en el marco de las protestas antigubernamentales que estallaron en abril de 2018, cuando más de un centenar de estudiantes encontraron refugio en la parroquia, tras ser expulsados por policías y civiles armados afines a Ortega de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), donde permanecían atrincherados.
“A dos años de ese brutal ataque, el Cenidh (Centro Nicaragüense de Derechos Humanos) exige al régimen verdad, justicia, reparación, y no repetición, para las víctimas y sus familias. Ni perdón, ni olvido. Dos años de impunidad”, destacó la organización no gubernamental, en su pronunciamiento.
El Cenidh también divulgó un vídeo conmemorativo, que incluyó el audio en el que una estudiante narra lo que ocurre en el interior de la parroquia, mientras que de fondo se escuchan detonaciones de armas de alto calibre.
Mientras ocurría el tiroteo, decenas de monjas y pobladores se acercaron al lugar y se arrodillaron ante los policías para pedir que detuvieran la agresión, pero no tuvieron éxito. El ataque se extendió al menos 16 horas, según el Cenidh, y cobró la vida de los estudiantes Gerald Vásquez y Francisco Flores.
“Las huellas de la represión provocadas por el régimen siguen visibles en la iglesia Divina Misericordia, después del ataque por policías y paramilitares”, expresó una delegación de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, en referencia a los huecos de las balas que todavía se observan en el templo católico.
Por su parte, en el interior de la UNAN-Managua, grupos sandinistas y estudiantes afines al régimen conmemoraron lo que llaman el “Día de la Dignidad y la Alegría Universitaria”, con un desfile y espectáculos, en el que se observó a personas vestidas con atuendos paramilitares y armas simuladas, bailar al son de canciones en honor de Ortega.