“Beto” admite preocupación en Añetete
El senador Silvio “Beto” Ovelar (ANR, Añetete) opinó ayer que no cree que la renuncia de su colega y correligionario Enrique Bacchetta al liderazgo de la bancada oficialista en la Cámara Alta sea un debilitamiento del sector que lidera el presidente Mario Abdo Benítez.
Ovelar visitó ayer al Jefe de Estado en Palacio de López, con quien conversó de varios temas, según informó a los periodistas. También fue consultado por la elección de la senadora Esperanza Martínez (Frente Guasu) al frente de la Comisión
de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Senadores. Admitió que preocupa al oficialismo colorado la pérdida de espacios de poder.
“Nosotros, a sabiendas de que perderíamos por goleada, seis senadores decidimos votar en contra de la nueva Comisión Directiva, porque creíamos que no era conveniente entregar comisiones tan importantes como la de Hacienda”, expresó.
En relación a Enrique Bacchetta, Ovelar manifestó que su salida del liderazgo de bancada fue porque tiene otras responsabilidades en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), donde se ejerce un poder político sobre fiscales y jueces.
“Añetete siempre ha sido un bloque bastante especial en el sentido de tener posiciones encontradas, en muchos casos. Pero, por encima de Añetete, yo creo que hoy nosotros tendríamos que fortalecer la unidad del partido y en esa línea estuvimos siempre Enrique (Bacchetta), yo y Calé (Galaverna)”, agregó el senador Ovelar.
Indicó que la conversación en la bancada de Añetete en la Cámara Alta es muy fluida. Requerido si existió una molestia de Bacchetta, señaló que no había manifestado ningún tipo de disgusto para tomar esta decisión”.
Oficialmente en el Senado las bancadas coloradas son: Añetete con ocho miembros; samanieguistas (3), cartistas (5) y Riera (sin sector).
Defiende “cicatriz”
Por otra parte, el senador Ovelar sostuvo que él y estos senadores creen que el partido debe ser la base fundamental para llevar adelante los proyectos del Gobierno. Agregó que quiere que siga el denominado “operativo cicatriz” entre los líderes Abdo y Horacio Cartes. Negó que la conversación busque la unidad.