Las barcazas navegan, pero pedirán más agua a Itaipú

Las empresas que forman parte del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym) se encuentran aprovechando los niveles de 1,00 a 1,30 metros de altura de las aguas del río Paraná entre la semana pasada y la actual para hacer navegar sus trenes de barcazas cargados con granos hacia los puertos de ultramar; no obstante pedirán una nueva ventana de agua para finales del presente mes, según, anunció Juan Carlos Muñoz, vicepresidente del gremio.

Están navegando, pero...

“Cuatro convoyes con 60 barcazas ingresaron la semana pasada. Hoy bajaron cargadas otras 16 barcazas con el remolcador Mbigua, están camino a la confluencia (de los ríos Paraguay y Paraná); otros dos convoyes esperamos puedan esclusarse aguas abajo (de la central hidroeléctrica paraguayo-argentina de Yacyretá) entre martes y miércoles; mientras, otro convoy con 16 barcazas está ingresando al Alto Paraná en estos momentos”, reportó el empresario.

Explicó que las barcazas se están cargando a un máximo de 7,5 pies. “Esto es el 75% de la capacidad de las barcazas”, indicó.

Nuevo pedido de auxilio

Agregó que a finales de del presente mes pedirán a Itaipú una nueva ventana de agua en el río Paraná, mediante la apertura de las compuertas de su vertedero y, por ende, mediante una nueva flexibilización del nivel de su embalse para que las barcazas puedan navegar y sacar productos agrícolas exportables hasta los puertos argentinos o uruguayos de ultramar, con destino final a mercados extranjeros.

Sobre la cantidad de barcazas en espera para la mencionada época, señaló que dependerá de cuántas terminen de cargar y bajar. “Estamos apurando a full y estimo que unas 50 quedarán para fin de mes”, expresó, según el cronograma de cargas que manejan.

Una reciente experiencia

En mayo del este año, debido al fuerte estiaje que castigó al río Paraná y a su cuenca no había condiciones para la navegación de las barcazas cargadas con oleaginosa, ante esta situación Itaipú abrió su vertedero y permitió el vertimiento aguas del embalse, hecho que permitió la navegación del río Paraná, utilizando la esclusa de navegación de la central hidroeléctrica Yacyretá.