China entra en la carrera por la exploración de Marte
WENCHANG, China (AFP). China lanzó ayer con éxito su primera sonda independiente hacia Marte, una misión durante la cual espera usar un robot para estudiar el suelo del planeta rojo.
La sonda fue propulsada por un cohete Larga Marcha 5 que despegó de la base de Wenchang, en la isla china de Hainan.
La sonda no llegará hasta 2021. Deberá realizar en unos siete meses el largo trayecto Tierra-Marte. La distancia varía, pero es como mínimo de 55 millones de kilómetros, es decir, 1.400 veces la vuelta al mundo.
La misión Tianwen-1 (“Preguntas al cielo-1”) embarcó una sonda compuesta de tres elementos: un orbitador de observación (que girará alrededor del planeta rojo), un aterrizador (o lander) y un robot de control remoto (que se encargará de analizar el suelo marciano).
La sonda china tardará unos siete meses en recorrer este trayecto. Se prevé que llegue en febrero de 2021 al campo gravitatorio de Marte.
Tianwen-1 es “similar a las misiones estadounidenses Viking de los años 1975-1976” en términos “de escala y ambición”, declaró McDowell.
China no ha sido la única en querer enviar una sonda a Marte recientemente. Emiratos Árabes Unidos propulsó la suya (“Esperanza”) el lunes y Estados Unidos lanzará una nueva misión (“Marte 2020”) el 30 de julio.
Una competencia sino-estadounidense que evoca la carrera espacial entre la antigua Unión Soviética y Estados Unidos en la época de la Guerra Fría.
“La exploración espacial es una fuente de orgullo nacional. La ambición también es mejorar el conocimiento de la humanidad de Marte”, declaró Carter Palmer, especialista del espacio en la firma estadounidense Forecast International.
El país asiático, bajo un régimen totalitario comunista, ha estado mucho tiempo al margen de esa competencia espacial y está recuperando su retraso.
Envió a su primer hombre al espacio en 2003, hizo aterrizar pequeños robots (los “Conejos de Jade”) en la Luna en 2013 y 2019 y en junio completó la constelación de satélites de su sistema de navegación Beidou, rival del GPS estadounidense.
Su misión marciana es el siguiente gran paso del programa, que también prevé la construcción de una estación espacial de aquí a 2022.
En 2011 China ya intentó conquistar Marte con su sonda Yinghuo-1 (“Luciérnaga-1”) colocada en una nave espacial rusa que sufrió una avería.
“Si (la nueva sonda) aterriza de forma segura en la superficie marciana y devuelve la primera imagen, Tianwen-1 ya será un éxito”, estima Chen Lan.
China es prudente tras encajar varios fracasos en 2020, con lanzamientos fallidos y la desintegración de una cápsula espacial a su vuelta a la Tierra.
“Los riesgos y las dificultades son considerables”, en particular el peligroso aterrizaje en Marte, señala Liu Tongjie, portavoz de la misión Tianwen-1.
“Pero también estamos muy confiados. Esto es 50-50”, consideró Chen Lan.