EL AZUCAR NACIONAL ESTA EN RIESGO
El ingreso masivo y la falta de interés del gobierno del presidente Mario Abdo Benítez en luchar contra el contrabando del azúcar están matando al producto nacional, denunciaron los productores de la caña dulce.
GUARAMBARÉ (Higinio R. Ruiz Díaz, corresponsal). Debido al contrabando los ingenios azucareros decidieron bajar nuevamente esta semana el pago por la caña de azúcar, según informaron a esta corresponsalía. De los G. 175.000 que se venía pagando por cada tonelada hasta la semana pasada, se redujo a G. 160.000, suma considerada ínfima por los cañicultores.
“Ya la azucarera Felsina de la ciudad de Guarambaré informó que desde esta semana solo pagará 160.000 guaraníes por cada tonelada de caña y con este monto ya no dejará ganancia alguna a los productores de la caña dulce”, expresó el presidente de la Asociación de Cañicultores de Central, Gustavo Vallejos.
Dijo que con los G. 175.000 que se venía pagando solo se lograba paliar la situación pero con esta nueva rebaja, ya la situación se torna muy complicada para los productores que tienen que llegar hasta las fábricas con sus cosechas.
Según refirió, el contrabando está matando a los ingenios azucareros y cuestionó que el gobierno no esté demostrando un interés real en combatir el ingreso ilegal del azúcar a nuestro país. Vallejos lamentó que el azúcar nacional prácticamente ya no tiene mercado.
“Caen los contrabandistas hormigas, o sea los pequeños y no los grandes que están arrasando el mercado con producto ilegal y el nuestro ya no tiene mercado, y al parecer este tema del ingreso ilegal ya no tiene solución”, se quejó el presidente de la Asociación de Cañicultores de Central.
Agregó que unos 200 productores de ese departamento se encuentran afectados por el nuevo precio establecido por las azucareras y esperan que el gobierno busque las soluciones adecuadas para repuntar las ganancias en este rubro, en un momento en que la crisis azota a todo el país como consecuencia de las paralizaciones dispuestas para frenar el avance del covid-19.
Según los datos, los costos de producción son altísimos. La primera plantación requiere de una inversión de unos G. 7 millones por hectárea, mientras que la segunda, a la que llaman “caña soca”, unos G. 4. millones; a esto se suman los fletes y mano de obra para la cosecha.