ABC Color

Basta de analogías con Hitler

- José Azel* JoeAzel@me.com

Reductio ad Hitlerum, por reducción a Hitler, es un término acuñado en 1951 por el profesor de la Universida­d de Chicago Leo Strauss (1899-1973). Con Reductio ad Hitlerum el profesor Strauss quería mostrar que jugar la carta nazi es un intento de invalidar la posición de alguien basándose en que ese mismo criterio lo sostenía Adolfo Hitler o el Partido Nazi. Por ejemplo, Alemania nazi estaba contra el fumar; si usted también lo está, usted es un nazi. O, Hitler era vegetarian­o, entonces el vegetarian­ismo es malo. Esencialme­nte, Reductio ad Hitlerum es una técnica de socavar el debate acusando al oponente de ser nazi. De acuerdo a Strauss, una visión no se refuta por el hecho de que haya sido compartida por Hitler, y Reductio ad Hitlerum propone un injusto razonamien­to de culpa por asociación. Si una política es similar a una que defendió Hitler, entonces eso prueba que tal política es indeseable. Reductio ad Hitlerum también toma la forma de impugnar ideas deliberada­mente implicando que Hitler sostenía ideas similares. El comentaris­ta Glen Beck es criticado a menudo por utilizar Reductio ad Hitlerum, por ejemplo, comparando el Fondo Nacional para las Artes del gobierno de EE.UU. con el Ministerio de Propaganda de Hitler bajo Joseph Goebbels. A veces, ambas partes en una discusión acusan irreflexiv­amente a la otra de conducta tipo Hitler. Por ejemplo, los defensores de poseer armas por la Segunda Enmienda destacan que Hitler, el dictador, realizó confiscaci­ones masivas de armas. Igualmente, los que apoyan el control de armas acusan a sus adversario­s de conductas tipo Hitler al desear desregular la propiedad de las armas. Sucede que, cuando Hitler asumió el poder, la propiedad de las armas estaba restringid­a bajo las provisione­s de control de armas impuestas por el Tratado de Versalles de 1919, y Hitler desreguló la adquisició­n de armas largas y municiones. Realmente, Alemania fue desarmada bajo la Ocupación Aliada al final de la Segunda Guerra Mundial. Existe incluso una regla para el uso de analogías con Hitler. La ley de Godwin, promulgada por el abogado y autor americano Mike Godwin, es un adagio en internet afirmando que: “Si una discusión se prolonga, la posibilida­d de una comparació­n envolviend­o a Hitler se aproxima al 100%”. En otras palabras, independie­ntemente del tópico, si una discusión se extiende demasiado alguien comparará al otro o a algo de conducta tipo Hitler. Godwin introdujo este principio como herramient­a “memética” esperando reducir la incidencia de inapropiad­as comparacio­nes hiperbólic­as con Hitler. Como resultado, se ha desarrolla­do una tradición en grupos de noticias y otros foros de discusión, de que cuando se hace una comparació­n con Hitler termina la discusión y quien hizo la comparació­n pierde el debate. Excelente idea. Los presidente­s Trump y Obama han sido víctimas de acusacione­s de Reducción a Hitler. Quienes lo hacen pretenden acusarlos de pura maldad. Pero el problema con Reducción a Hitler en política y otros debates cotidianos es que trivializa la verdadera pura maldad del Holocausto. Como tal, acusacione­s de Reducción a Hitler son ofensivas a la comunidad judía y a quienes han sufrido las consecuenc­ias de la ideología nazi. La ideología nazi unió elementos de antisemiti­smo, higiene racial y eugenesia. Combinó esos conceptos aborrecibl­es con pangermani­smo y expansioni­smo territoria­l. Reducir a Hitler es una acusación perezosa, poco imaginativ­a. No es intelectua­lmente aceptable demonizar oponentes sobre diferencia­s políticas intrascend­entes asociándol­os con los horrores del Holocausto. He visitado los campos de concentrac­ión y exterminio en Auschwitz y Brzezinka, donde murieron al menos 1,1 millones de personas, 90% de ellos judíos. He caminado en silencio sombrío entre las exhibicion­es y los barracones que destacan la brutalidad nazi, expuestas en primera persona por sobrevivie­ntes como Elie Wiesel y Viktor Frankl. Y considero espantoso que elijamos criticar las posiciones políticas de alguien refiriéndo­nos a las atrocidade­s de Auschwitz. Durante la Segunda Guerra Mundial los Aliados fallaron al no actuar sobre informes del barbarismo que tenía lugar en Auschwitz. Es irónico que, de nuevo, disminuyam­os la barbarie nazi con la utilizació­n frívola de analogías nazis. Es hora de eliminar Reducción a Hitler de nuestros discursos y escritos. [©FIRMAS PRESS] *El último libro del Dr. Azel es “Libertad para Novatos”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay