Hay 1.200 hacinados en comisarías
Foto de ayer en la comisaría 17ª Central, en el barrio San Isidro de Lambaré. Hay 1.200 detenidos en dependencias policiales en el país que no están siendo recibidos en las abarrotadas penitenciarías debido a la cuarentena, pero que en muchos casos están en peores condiciones de hacinamiento. La Policía se las ingenia como puede para la alimentación, con ayuda de los familiares.
Hay 1.200 detenidos en las diversas dependencias policiales del país que aguardan ser admitidos en las 14 cárceles del país. El hacinamiento y la evidente posibilidad de contagio del virus covid-19 generan inquietud en las autoridades.
La ministra de Justicia Cecilia Pérez dijo ayer a ABC que son 14 las cárceles que se encuentran en condiciones de recibir a nuevos reclusos, pero según disponibilidad.
La pandemia del coronavirus hace que se vuelva burocrático el ingreso de los procesados a la cárcel.
La secretaria de Estado indicó que los procesados con orden de prisión primero deben permanecer 14 días en la sedes policiales para evitar que entren con el virus a las cárceles.
Añadió que una vez que ingresan son aislados en sectores especiales durante otros 14 días, previo test para detectar presencia del virus.
En Asunción y Central, los presos deben aguardar 14 días en el Departamento Judicial para ingresar a alguna cárcel del país, una vez que haya lugar en ellas.
Tacumbú está cerrada debido a que ya cuenta con 2.400 reclusos. Lo mismo ocurre con el Buen Pastor.
Pero un detalle no menor es que el Departamento Judicial de la Policía, paso previo a la cárcel, solo admite 50 privados de libertad, por lo que la mayoría de los reclusos quedan en las direcciones de Policías, brigadas, departamentos o comisarías.
Ayer, un equipo de ABC TV estuvo en la comisaría 17ª, Central en la que 12 reclusos están encerrados en dos calabozos de dos metros de largo y uno y medio de ancho.
En esa unidad policial, el último preso ingresó hace 20 días por un caso de abuso sexual en niños y actualmente ya no hay lugar para otro.
Pero esta es apenas una muestra. El informe remitido por el comandante de la Policía Francisco Resquín al Ministerio de Justicia habla de que más de 1.200 presos están en esas calamitosas condiciones, solo favorables para el hacinamiento y el contagio del temido virus.