Crédito artificial
su manto sagrado. La comunión política es indispensable y para ello la democracia tal como viene siendo aplicada y entendida debe ser excomulgada.
El Estado perjudica a los emprendedores en su mayoría. El estado puede ayudar a un emprendedor o impulsar a un emprendedor, pero termina por dañar a los demás al introducir una competencia desleal. Cuando el Estado actúa de esa manera, por ejemplo, aquí en Paraguay, concediendo créditos o inversión no reembolsable a un emprendedor. Esta acción termina perjudicando a todos los demás emprendedores, ya que el objetivo final no es el crédito ni el capital líquido, sino la capacidad adquisitiva.
Todos sabemos que los bienes y servicios son limitados, cuando recibes crédito o fondos del Estado adquieres un bien o servicio “finito,” por lo tanto, terminas privando a los demás de ese bien, allí el Estado “a dedo selecciona” quién podrá acceder a ese bien o servicio y, por lo tanto, también quién no. Yendo un poco más lejos, ese capital provisto por el estado por otra parte produce el “secuestro de mano de obra calificada” cualquier ingeniero o especialista será reclutado por estos emprendedores “beneficiados” privando así a mejores proyectos de acceder a lo mismo.
El Estado perjudica a la mayoría de emprendedores solo que la gente solo se fija en los beneficiados, eso resalta, mientras todos los perjudicados permanecen en la sombra.