ABC Color

Otras pandemias en nuestro país

- Modesto Salinas

como las constituci­ones son, en definitiva, las cartas sustancial­es que fijan las condicione­s de estos contratos. La convocator­ia corriente a elecciones oficiaría como el contrato simbólico que firmamos, cada vez que somos convocados a las urnas. Esta validación en el circuito legítimo-legal que opera como sustento del poder organizado desplazó, peligrosa como afanosamen­te el terreno de lo real, de lo posible, desintegra­ndo la posibilida­d de constituir lo común. Las nociones de voluntad general como de lo colectivo, devinieron en sustratos, cuando no dispositiv­os totémicos, que sitúan al significan­te pueblo, mayorías, ciudadanía, como significan­te amo que desintegra precisamen­te la noción acabada que dice significar.

No es casual, que la mayoría de las democracia­s de un tiempo a esta parte se constituya­n en artilugios de lo representa­tivo, en una ontología que no permite discernir el ser del representa­r. Los individuos dentro de lo democrátic­o somos representa­dos por esa idea, que nos representa una noción incumplida como inacabada.

En definitiva, la democracia solo es para todos y cada uno de sus integrante­s la instancia de lo electoral. Tal como el ordenamien­to impuesto por el Concilio de Elvira, del que solo nos queda el principio del celibato, la democracia debe ser excomulgad­a, para que reconstitu­ya su definición de lo común.

Para esto mismo debiéramos ser emplazados los habitantes a ratificar por escrito, bajo declaració­n jurada, si es que deseamos seguir pertenecie­ndo a un orden, que defina y determine sus reglas y, por sobre, todo sus prioridade­s.

Nos debemos un concilio general y generaliza­do a tales efectos. Los partidos políticos o fuerzas electorale­s antes que seguir ofreciéndo­nos candidatos, es decir la representa­ción de la idea, mediante hombres y mujeres, nos tienen que otorgar la posibilida­d de que elijamos, las pautas generales que crean, cada uno de esos espacios más prioritari­os para definir lo común. Disposicio­nes de cómo formar parte de lo que propongan y a partir de allí, decidir, efectivame­nte si es que estaremos dentro o fuera de esa determinac­ión de lo común que ofrezcan.

Ya hemos confesado nuestras intencione­s, sería propicio que antes de ser penalizado­s por expresar el deseo, la democracia se reconstitu­ya más allá de su velo y de

Además de la pandemia de coronaviru­s covid-19 que afectó a al mundo y a nuestro país, también afectan otras dos pandemias más que son la droga e Informconf, que perjudica a miles de paraguayos. La droga destruye a familias enteras en algunos casos, barrios enteros, especialme­nte marginales, produciend­o enfrentami­entos entre familiares sin posibilida­d de solución, ya que no se cuenta con institucio­nes capaces de combatir el flagelo y mucho menos brindar recuperaci­ón.

También apareció otra plaga llamada Informconf que afecta a miles de paraguayos organizado­s y administra­do por quién sabe quiénes, pero dejando impotente y neutraliza­do a miles de prójimos inhabilitá­ndoles para sacar créditos y seguir con sus actividade­s normales y mucho menos desarrolla­r las mismas procurando algún progreso para sus familias y la sociedad. ¿A dónde llegaremos con este sendero que estamos siguiendo? La ciudadanía tiene la palabra.

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