Cae con cocaína un conocido “narcopiloto”
Efectivos de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) capturaron el domingo pasado cerca de la frontera con Paraguay al conocido “narcopiloto” Nelio Alves de Oliveira (70), después de que fuera obligado a aterrizar la avioneta que pilotaba en un paraje descampado del Ivinhema, estado de Mato Grosso do Sul. Dentro de la aeronave encontraron 518 kilos de cocaína, que al parecer era de origen boliviano.
Junto con el narcotraficante fue arrestado en el lugar el copiloto de la nave, identificado como Julio César Lima Benítez (41), quien sería de nacionalidad paraguaya.
De acuerdo a los datos, aviones de combate de la FAB, con ayuda de un avión radar E-99, detectaron una avioneta Baron 58 con matrícula PR-VCZ que sobrevolaba la zona sur de Campo Grande, capital del estado brasileño de Mato Grosso do Sul y situada a 300 kilómetros de Pedro Juan Caballero.
De acuerdo a las informaciones, el piloto de la nave recibió la orden de dirigirse a una pista de la ciudad de Três Lagoas, pero en pleno vuelo hizo una maniobra evasiva y efectuó un aterrizaje forzoso en un campo de cultivo de Ivinhema, a solo 200 kilómetros de la frontera con nuestro país.
Tras el aterrizaje, los uniformados arrestaron a Alves de Oliveira y su copiloto. Dentro de la aeronave encontraron 518 kilos de cocaína, que fueron incautados por los intervinientes.
Otro procedimiento
Casi simultáneamente, la FAB detectó otro vuelo clandestino cerca de Campo Grande y sus dos tripulantes fueron interceptados en el aire por aviones A-29 Súper Tucano de la FAB y escoltados hasta una base aérea del municipio de Rondonópolis, en el estado brasileño de Rondonia, donde tuvieron que aterrizar.
Ya en tierra, la Policía Federal (PF), que de hecho es la que proveyó la información, requisó del interior de la nave una carga de 487 kilos de cocaína. La droga era transportada en una aeronave Neiva EMB-720C Minuano con matrícula PT-ECM.
A causa de la vulnerabilidad de nuestro espacio aéreo y debido también a que necesariamente estas avionetas deben recargar combustible para llegar al Brasil, las zonas aledañas a Pedro Juan Caballero suelen ser una escala casi segura de los vuelos que transportan cocaína y otros estupefacientes.
Esta región queda a unos 900 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra, la ciudad boliviana donde se surten de la mercancía la mayoría de las organizaciones criminales de esta parte de Sudamérica.