Sequía reducirá el rebaño de ganado en el Chaco
En un recorrido por zonas como Agua Dulce (Alto Paraguay) y Picada 500 (Boquerón) el presidente de la ARP-Boquerón, Werner Schroeder, dijo que hay estancias donde efectivamente no hay más pastura. Existen establecimientos ganaderos sin un solo animal, enfatizó.
FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). El presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP)-regional Departamento Boquerón, Werner Schroeder, explicó que existen estancias donde efectivamente ya no hay pastura. Eso ha conllevado a una gran desesperación en el sector e hizo que numerosos estancieros vendieran o trasladaran animales a otros lugares donde hay todavía pasturas, indicó el productor pecuario.
“Hemos visto lugares donde la pastura hasta la raíz se murió”, dijo.
“El Chaco vive una situación muy atípica, donde se juntan tres adversidades: la pandemia, la sequía y precios bajos de la carne. Aunque últimamente los precios han comenzado a repuntar un poco, pero el ganadero se vio obligado a vender en su momento. Los ganaderos no quisieron vender ganado, pero no estaban preparados para una sequía como la que se viene, donde en algunos lugares desde el principio del año no llueve”, señaló Schroeder.
Habrá una disminución del hato ganadero de por lo menos 200.000 cabezas en zona de Cosanzo-17, precisó. La primera vacunación antiaftosa en marzo pasado arrojó 4.170.034 animales para Cosanzo-17.
“Esto en gran medida es por la sequía, no por faena. Las vacas no se van a preñar normalmente porque están en una situación de sobrevivencia y no de reproducción, por lo que en los próximos años vamos a tener una gran disminución en el procreo de nuestro hato ganadero, todo un ciclo se va retrasar”, dijo Schroeder.
En el segundo periodo de vacunación, actualmente en marcha, “existen establecimientos donde cerramos con acta cero; no hay ni un solo animal porque tuvieron que llevar todo y esto es triste”, mencionó.
Entre los ganaderos se manejan “cifras astronómicas” por compra de forraje para que los animales sigan aguantando y, como no hay indicadores de lluvias, todo sigue crítico, explicó.
Los fardos de heno que vienen de la Región Oriental normalmente no son de Gatton Panic (especie de pasto), que los animales del Chaco desconocen, por lo que tienen hasta problema de adaptación, dijo. También existen transporte de caña dulce y semilla de algodón, añadió.
Los gastos adicionales, la venta masiva de animales, los precios “por el piso” y la pandemia hacen lo que “yo diría que la ganadería hoy genera pérdidas”.